Ordenación sacerdotal de Fr. Cecilio A. Molina Ramos: Un nuevo pastor al servicio de la Iglesia
Mons. Jesús Castro destaca la importancia de la cercanía con el pueblo, el servicio a los más vulnerables y la evangelización
El domingo 10 de agosto de 2024, la Iglesia de Santa Cruz en El Seybo, República Dominicana, fue testigo de un evento lleno de alegría y significado espiritual: la ordenación sacerdotal de Fr. Cecilio A. Molina Ramos, O.P. La ceremonia fue presidida por Mons. Jesús Castro Marte, obispo de la Diócesis Nuestra Señora de la Altagracia, quien confirió el sacramento del orden mediante la imposición de manos y la oración consecratoria.
El Obispo, estuvo acompañado por Fr. Jesús Díaz Sariego, O.P., prior provincial de la Provincia de Hispania, y por. Fr. Eduardo Romero Ureña, O.P., vicario del Vicariato Pedro de Córdoba. La ceremonia fue vista en directo por multitud de personas a través de YouTube y seguida por Radio Seybo.
Durante su homilía, Mons. Castro Marte subrayó el papel fundamental del sacerdote como guía espiritual y profeta en medio de su comunidad. "El ministerio presbiteral es un signo profético de dar alegría y celebrar la vida que da la vida", afirmó el obispo, destacando la importancia de la alegría y la entrega en la vocación sacerdotal.
El obispo recordó a Fr. Cecilio la importancia de mantener una relación estrecha con su comunidad, subrayando que "todo sacerdote debe ser un buen pastor. Que su pueblo esté pegado a tu oído, que tu corazón esté pegado a tu pueblo, nunca te separes de tu pueblo." Esta cercanía, explicó Mons. Castro Marte, es esencial para que el sacerdote pueda cumplir su misión de servicio y evangelización de manera efectiva.
Además, Mons. Castro Marte destacó la relevancia del contexto moderno para el ejercicio del sacerdocio, especialmente en relación con los más vulnerables de la sociedad. "Nunca olvides a los pobres, nunca olvides a los marginados, nunca olvides esa gran movilidad humana a tantos extranjeros que necesitan de Dios, que necesitan tu apoyo", exhortó, resaltando el llamado del sacerdote a servir a todos, especialmente a aquellos en situación de vulnerabilidad.
El obispo también recordó el legado de la Radio Seibo, que celebra 50 años de servicio a la comunidad, y cómo su labor comunicacional, pastoral y social ha sido un faro de luz y esperanza en la región. En este contexto, señaló que la ordenación de Fr. Cecilio es "uno de tantos frutos" de la labor evangelizadora y social de los dominicos en la región.
Al final de la ceremonia, Fr. Cecilio A. Molina Ramos, O.P., visiblemente emocionado, expresó su profundo agradecimiento a Dios, al Espíritu Santo y a su familia, especialmente a su madre, abuela y hermanos, quienes han sido pilares fundamentales en su vocación. Agradeció con especial énfasis a monseñor Jesús Castro Marte por su apoyo incondicional en el proceso de su ordenación y a Fr. Jesús Díaz Sariego, así como a todos los miembros del vicariato. No olvidó mencionar a la comunidad del Seibo y a Radio Seibo, destacando la importancia de esta emisora en la defensa de la dignidad y los derechos del pueblo durante sus cincuenta años de historia.
Por su parte, Fr. Jesús Díaz, compartió unas palabras llenas de gratitud hacia monseñor Castro Marte por su constante cercanía con la Orden de Predicadores. En su mensaje a Fr. Cecilio, le instó a servir siempre con pasión y cariño a las personas y a no olvidar a los más necesitados, recordándole que el consuelo y la misericordia de Dios deben ser el centro de su ministerio. Además, subrayó la relevancia de Radio Seibo en la evangelización, resaltando cómo ha sido una voz para los que sufren y una herramienta clave para sembrar la palabra de Dios durante medio siglo.
Finalmente, Fr. Eduardo Romero, agradeció al pueblo ceibano por su cálida acogida a lo largo de los años y por regalar un nuevo hijo a la Orden de los Dominicos y a la Iglesia. Destacó el cariño y amor que el pueblo ha brindado a la Orden, refiriéndose a los ceibanos como una verdadera escuela para los frailes. Con estas palabras, concluyó la ceremonia, marcada por el espíritu de agradecimiento y la esperanza en el futuro de la comunidad dominica.
La ordenación de Fr. Cecilio es un motivo de gran alegría para toda la comunidad, que celebra la llegada de un nuevo pastor dispuesto a guiar y servir con amor, humildad, y compromiso cristiano.