Política del miedo e intolerancia religiosa en el pensamiento de Martha Nussbaum
Conferencia de fr. Juan Manuel Almarza en la Cátedra extraordinaria Domingo de Soto, en el aula Unamuno de la Universidad de Salamanca
En su conferencia el profesor desglosó la política del miedo y la dignidad humana como centro del discurso sobre la intolerancia religiosa en la obra de Martha Nussbaum. Catedrática de Derecho y Ética en la Universidad de Chicago, intelectual comprometida y buscadora del bien común.
La filósofa constata en su obra, “La nueva intolerancia religiosa. Cómo superar la política del miedo en una época de inseguridad” (Paidós), una nueva intolerancia religiosa en occidente, sobre todo esa hostilidad se centra contra el Islam. Martha ve un paralelismo entre el antisemitismo desarrollado en el siglo XIX y XX con el actual anti islamismo constatado en nuestras sociedades de derecho. Esta hostilidad está basada en un miedo inventado, que convierte a los musulmanes, como fueron los judíos en el pasado, en víctimas. Este miedo irracional está impulsando parte de las políticas públicas, más en Europa que en América.
Martha pone al descubierto la sofística de las pasiones, emociones que bajo su influyo nos lleva al engeño de la razón y a cometer errores morales. ¿Qué hizo que algunos periódicos atribuyeran el asesinato de setenta y siete personas en Noruega a extremistas islámicos, hasta que quedó claro que había sido preparado por un terrorista de derechas compatriota de las víctimas? ¿Por qué Suiza, un país en el que solamente existen cuatro minaretes, aprobó en referéndum la prohibición de tales elementos arquitectónicos? ¿Por qué en Alemania las monjas pueden enseñar con hábito pero una profesora musulmana no puede usar pañuelo?
Detrás de esas preguntas, señalaba el profesor Almarza, se oculta el miedo. Una turbación o un temor, según Aristóteles, cuando pensamos que otras personas tienen poder para hacernos daño y que amenaza. Pero es un miedo inventado, ya que este es la más narcisista de todas las emociones, ya que el mundo se contrae, desparece y el individuo queda reducido a su propio yo, a su propia realidad. Así, desaparece o impide el amor. Cuando estamos a merced del miedo, se puede introducir el error. Así se puede distorsionar el pensar adecuadamente, distorsionando la realidad y promoviendo leyes sesgadas. El miedo está involucrado en la mayoría de los acontecimientos negativos en el ámbito de la religión.
Para enfocar la situación y evitar las distorsiones del miedo, deberíamos contar, con unos buenos principios, una coherencia no centrada en el narcisismo y ver el mundo con los ojos de las minorías. Buenos principios basados en la igualdad y dignidad humanas, el principio de vulnerabilidad del que deriva la compasión ante el sufrimiento ajeno, el respeto a la conciencia. Se coherentes y no usar dobles morales, una para mí y otra para los demás. La falta de coherencia es un fallo ético y un indicador del prejuicio oculto. Por último, es necesario, nos recordaba el profesor Almarza, cambiar la mirada, ver a la persona con sus propios ojos para superar el miedo a lo diverso. La mejor emoción para superar el miedo es la empatía, ver al otro fuera de su comunidad religiosa, nacional, cultural y así favorecer el diálogo intercultural y favorecer la convivencia civil.
El profesor no dejó de insistir, tanto en la conferencia como en el debate posterior, la importancia del pensamiento de Marta Nussbaum. Nos invita a reconsiderar la intolerancia religiosa, identificando los temores que se ocultan detrás de ella y abriéndonos el camino hacia una sociedad más equitativa, más imaginativa y más libre, mediante la aplicación coherente de los principios universales de respeto a la conciencia y a las creencias religiosas.
Juan Antonio Mateos
Fuente: Salamanca Radio Televisión