Mons. David Martínez de Aguirre: "La Exhortación es un poema que llora por los crímenes y las injusticias"
El obispo dominico ha sido uno de los encargados de presentar la Exhortación Apostólica postsinodal ‘Querida Amazonia’
El obispo dominico David Martínez de Aguirre Guinea ha sido uno de los encargados de presentar en la rueda de prensa la Exhortación Apostólica postsinodal Querida Amazonia.
Mons. David Martínez de Aguirre Guinea, O.P., obispo del Vicariato de Puerto Maldonado y secretario especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica, no pudo estar presente en la Sala Stampa del Vaticano, así que habló en directo desde la amazonía peruana.
Se mostró muy satisfecho y agradecido ante el trabajo realizado por la Iglesia, que pone el foco de atención en las tierras de misión donde David lleva trabajando mucho años. Reconoce que las palabras del Papa Francisco hace que los indígenas amazónicos se sientan queridos por Dios y por el conjunto de la Iglesia.
Estas fueron las palabras del Obispo dominico durante la presentación de la Exhortación Apostólica postsinodal “Querida Amazonia”:
Desde Puerto Maldonado, en plena selva amazónica, a orillas del río Madre de Dios, nos queremos unir a esta fiesta por publicación de la exhortación postsinodal del Papa Francisco. Fue precisamente aquí, en Puerto Maldonado, donde tuvo comienzo esta bonita historia del Sínodo Panamazónico.
Un 19 de enero el Papa Francisco nos decía: hoy aquí, esta tarde, comienzan los trabajos del Sínodo. Y a partir de esa fecha se desencadenó todo un proceso de escucha protagonizado por más de 87 000 personas de nuestras comunidades nativas, campesinas, ribereñas y de las ciudades entre todas y todos fuimos trazando los nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral. En octubre del año pasado el Papa nos convocó a Roma. Quiso colocar a la Amazonía en el corazón de la Iglesia, aún a riesgo de que le desordenáramos un poquito la casa. Soy testigo de la ilusión con la que muchos de nuestros hermanos indígenas llegaron al Vaticano, a la casa del Papa decían, y allí se sintieron uno más. Sus anhelos y preocupaciones fueron escuchadas y juntos, con todos los obispos, misioneras, misioneros, compartimos la pasión por anunciar a Cristo en medio de nuestras dificultades.
Y hoy, el Papa Francisco fruto de todo este proceso nos regala esta Exhortación: ‘Querida Amazonía’. El título ya es un reflejo del corazón del Papa, que muestra un profundo amor por este territorio tan particular y por sus pueblos. La Exhortación es un poema de amor proclamado a toda la Iglesia universal y a todas las personas de buena voluntad. Es un poema que llora por los crímenes y las injusticias y que se maravilla también contemplando la hermosura de estas selvas y de sus habitantes. El Papa, una vez más no nos ofrece una meta, un camino cerrado. Quiere ser luz en un camino que continúa. Por eso, la Exhortación, que se complementan con el documento postsinodal, genera procesos. Anima a trascender las tensiones y a seguir buscando nuevos caminos de consenso para responder al llamado de Cristo, que nos invita a soñar con su Reino, presente en lo social, presente en las culturas, presentes en la ecología, presente en la Iglesia.
Gracias, Papa Francisco por el ánimo y el impulso que nos da. Su exhortación “Querida Amazonía” nos hace sentir más de cerca el amor de Cristo y de la Iglesia por nosotros. Y nos impulsa a asumir el gran reto que tenemos de estar cerca de los más vulnerables y con ellos cuidar nuestra casa común.
Gracias, Papa Francisco.