Fr. Alfonso Esponera presenta «Jalones para una historia del pensamiento cristiano en Valencia»
Acompañado por Fr. Vicente Botella Cubells y por el sacerdote Antonio Mestre Sanchis
[Facultad de Teología San Vicente Ferrer] Alfonso Esponera Cerdán O.P., catedrático emérito de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer, presentó el libro Jalones para una historia del pensamiento cristiano en Valencia desde el siglo XIII al XX, una obra que ha sido publicada por el Servicio de Publicaciones (SIFTEL) de la institución universitaria.
Acompañaron al autor el decano de la Facultad, Vicente Botella Cubells o.p., y el catedrático emérito de la Facultad de Historia de la Universitat de València y sacerdote Antonio Mestre Sanchis.
Fray Vicente Botella hizo las veces de anfitrión y agradeció la presencia de todas las personas que acudieron al salón de actos para conocer mejor el libro del profesor Esponera. Aprovechó para leer la carta del cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares Llovera, que no pudo presidir el acto porque se encuentra en Madrid participando en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española.
Vicente Botella señaló que el «voluminoso» trabajo de Alfonso Esponera «nos brinda la oportunidad de encontrarnos con la tradición teológica y eclesial en nuestra tierra». «Con tu libro, Alfonso, nos recuerda algo que no hemos de olvidar: el conocimiento de las propias raíces no solo es fuente de sabiduría, sino sobre todo razón necesaria para un adecuado crecimiento personal y eclesial», dijo el decano.
Se mostró especialmente satisfecho por presidir esta presentación porque supone una «constatación de que nuestros profesores trabajan, investigan y escriben con rigor, con método y con conocimiento». Con este ejemplo animó al resto de docentes a emprender una tarea «ardua y no exenta de dificultades». Añadió que en la obra «hallamos un material precioso y muy útil tanto para profesores como para alumnos de esta Facultad».
Finalmente, quiso recordar la figura del recientemente fallecido Juan Miguel Díaz Rodelas porque, gracias a su apoyo y a la beca concedida por la Fundación Carda Pitarch, una institución al servicio de la investigación teológica en la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia.
Antonio Mestre, autor del prólogo de ‘Jalones’, quiso destacar que en la obra se reúnen tanto «los trabajos de investigación propia» realizados por el Padre Esponera así como «las reflexiones sobre los trabajos que han hecho otros historiadores sobre la evolución de la Iglesia en Valencia en su parte reflexiva y teológica».
Señaló que los dos campos investigados directamente por Alfonso Esponera incluyen, por un lado, los siglos XIV y XV, y por el otro, el siglo XVIII. La primera parte incluye, según el profesor Mestre, «los mejores trabajos y más originales» entre los que se puede encontrar «el estudio de la gran figura de la orden dominicana, San Vicente Ferrer». Pero no sólo el santo dominico, sino también se encuentra el análisis de otros autores de la época como el franciscano Francesc Eiximenis, el poeta Roís de Corella o Sor Isabel de Villena. «Realmente es la época dorada de la Teología valenciana», afirma Antonio Mestre.
Respecto a la investigación del Padre Esponera del siglo XVIII, diferenció el emérito de la Facultad de Historia los aspectos históricos y los teológicos. Entre los primeros destacó a personajes como los historiadores Jacinto Segura o el Padre Teixidor, y teológicamente sobresale el Padre Boxadors «que tiene una importancia excepcional porque es el restaurador de los estudios de Santo Tomás y del tomismo en el siglo XVIII». De hecho, Juan Tomás de Boxadors, que llegó a ser Maestro General de la Orden de Predicadores, tuvo «desde Roma una relación con Gregorio Mayans sobre humanismo y las corrientes intelectuales del momento y se convirtió, con la restauración del tomismo, en el centro de toda la renovación intelectual».
Fr. Alfonso Esponera agradeció las palabras del profesor Mestre, y en especial por haber escrito el prólogo del libro y por saber identificar «el objetivo del libro y de los acentos que quise marcar» con el mismo, «sin olvidar sus consejos y su corrección de erratas».
Explicó el catedrático emérito que «desde 1989 que en Valencia soy profesor de Historia de la Iglesia y de Historia de la Teología he venido constatando la ausencia de una obra que presente una Historia de la Teología en la región valenciana. Por ello, principalmente a partir de 1997 comencé a acopiar materiales, leer investigaciones e incluso publicar algunos trabajos sobre el tema».
Por otra parte, «mi maestro predecesor y querido hermano de Orden Adolfo Robles Sierra o.p., había dedicado unas brevísimas páginas finales al tema en sus notas de clase tituladas Problemática y enfoques de la Teología Medieval. Historia de las escuelas teológicas (Valencia 1982)», por lo que «ante tales carencias, me animé a redactar estas páginas, respondiendo además a peticiones de alumnos y estimulado por algunos colegas de docencia y otros amigos estudiosos que lamentaban que no hubiese ninguna Historia de la Teología en Valencia», dijo el Padre Esponera.
«He tenido que estudiar muchos textos y documentos así como he consultado libros y artículos, interesantísimos la mayoría de ellos, llenos de ideas, orientaciones y datos», apuntó. «Por esta razón resulta quizá superfluo reconocer lo mucho que debo a los múltiples estudiosos, cuyas numerosas referencias en notas y en la bibliografía quieren ser también un agradecimiento y expresión de mi deuda con ellos».
Larga fue la lista de personas a las que Alfonso Esponera quiso reconocer en la presentación. «A todos quiero darles las gracias. Particularmente, de modo muy concreto y cordial a dos que ya fallecieron: Adolfo Robles Sierra y Ramón Arnau García«. Añadió en este capítulo «a los profesores y sobre todo amigos Albert G. Hauf y Francisco Gimeno Blay, que tanto me han ayudado con sus sugerencias y estimulado en esta empresa». También quiso mencionar a Emilio Callado Estela, Miguel Navarro Sorní, Bernat Hernández Hernández, Alejandro López Ribao, Vicente Botella Cubells y al personal de las dos Bibliotecas de la Facultad de Teología y la del Convento de Predicadores de Valencia, así como al personal de SIFTEL, «que tan solícita y generosamente han atendido mis múltiples solicitudes».
El último agradecimiento fue para la Fundación Carda Pitarch, «y especialmente al recordado Juan Miguel Díaz Rodelas con el que habíamos planificado este acto, que me otorgó una beca en el Curso 2013-14 para la finalización de estas páginas».