“Vuestra soy, para vos nací. ¿Qué mandáis hacer de mí?”
El domingo 22 de julio se celebró la profesión de Sor Mihaela María, O.P., novicia del monasterio de las M.M. Dominicas de la Laguna, en Tenerife
El domingo 22 de julio, se celebró la profesión temporal de Sor Mihaela María, O.P., novicia del monasterio de las M.M. Dominicas de la Laguna, en Tenerife. El evento tuvo lugar a las 18:00h en la iglesia del monasterio. La misa fue presidida por el capellán de las monjas, D. Vicente Cruz Gil. A la misa acudieron también fray Dailos José, fray Gregorio Ramos, D. Juan Pedro Rivero, D. Pablo Álvarez y el vicario para la vida religiosa, D. José María Rastrojo.
Fue una celebración llena de emoción, ya que sor Mihaela se vio rodeada de su comunidad, su familia y amigos. Además, acudieron a la celebración otras monjas contemplativas de diversas órdenes, como hermanas Clarisas y Concepcionistas, además de las Hermanas Dominicas de la Sagrada Familia.
Vuestra soy, para vos nací. ¿Qué mandáis hacer de mí?
La ceremonia comenzó con la entrada en procesión de las monjas contemplativas seguidas de sor Mihaela María y la madre priora, sor Mª Inés de León O.P. En su homilía, D. Vicente partió de la frase de Sta. Teresa: “Vuestra soy, para vos nací. ¿Qué mandáis hacer de mí?” una predicación cercana en la que explicó qué suponía el compromiso de la profesión de los votos y la misión de la vida contemplativa en la Iglesia. Tras esto, sor Mihaela emitió la fórmula de profesión en manos de la priora, prometiendo obediencia por tres años.
Un momento muy significativo también fue la procesión de ofrendas que sor Mihaela realizó con sus padres, un gesto cargado de emotividad ya que sus padres con el gesto de las ofrendas del pan y el vino, ofrecieron a Dios la vida de su hija.
Antes de la bendición final, sor Mihaela ofreció su testimonio sobre su vida en la Orden, explicando que con 21 años ingresó en el monasterio, y que tras dos años de noviciado decía al Señor un Sí rotundo y lleno de felicidad por haber descubierto la Verdad en el corazón de la Iglesia, de la mano de su comunidad y del cariño y apoyo de su familia y amigos. En su discurso profirió la acción de gracias a Dios por su camino vocacional dando las gracias por sus padres, por su comunidad, por los sacerdotes asistentes y por todas las personas que asistieron a la celebración, sin olvidarse de su federación y de toda la Orden de Predicadores.
Tras la celebración, las hermanas del monasterio ofrecieron a los asistentes un convite, en el que todos se acercaron a felicitar a la recién profesa, a la cual se la veía sonriente y feliz. Fue ocasión de encuentro entre las hermanas de vida contemplativa de la isla, ya que se vieron muy acogidas y disfrutaron mucho al compartir este acontecimiento.
Fue un día especial, ya que muchos jóvenes acudieron a la ceremonia, a los que les llamó la atención la alegría de pertenecer a la Orden Dominicana. Fue un testimonio claro del Evangelio en donde se apreciaba la comunión y la sencillez. “Somos parte de una gran familia, en la que la hermana sor Mihaela se ha sentido acogida, en donde el camino verdadero ha sido su impulso para seguir al Maestro, os pedimos oraciones para que continúe perseverando con la gracia de Dios”.