Retiro-convivencia de los laicos dominicos de las fraternidades de Bormujos y Sevilla
El pasado sábado 25 de septiembre se celebró en el Salón de Actos del Monasterio de Santa María la Real de Bormujos (Sevilla) un Retiro-Convivencia de principio de curso de la recién constituida Fraternidad de Nueva Sevilla.
El pasado sábado 25 de septiembre se celebró en el Salón de Actos del Monasterio de Santa María la Real de Bormujos (Sevilla) un Retiro-Convivencia de principio de curso de la recién constituida Fraternidad de Nueva Sevilla, en el que se hizo presente el Consejo de la Fraternidad de Sevilla (San Jacinto) a fin de compartir unos momentos de oración y convivencia con la fraternidad hermana. Este retiro adquiría una especial relevancia pues quería constituir una preparación para la Solemne Eucaristía de Toma de Insignias a celebrar el 7 de octubre, festividad de la Virgen del Rosario.
Tras unas palabras de bienvenida y presentación del orden del retiro por parte de las Madres Promotoras Sor María Inmaculada, OP y Sor Montserrat, OP, se comenzó con una Oración de Silencio y Meditación, a la que siguió un trabajo en grupos acerca de un texto de San Pablo. Después, este trabajo se puso en común intercambiando experiencias muy interesantes entre los hermanos de ambas fraternidades. El almuerzo constituyó un nuevo momento de confraternización.
Por la tarde se sumó el promotor provincial, Fray José Antonio Segovia, OP, que se mostró muy feliz por la presencia de la Fraternidad de Sevilla y animó a todos a perseverar en esta confraternización. A continuación, explicó a los presentes la significación del acto de la toma de insignias, insistiendo en el valor del signo de la cruz como identidad cristiana y sus colores blanco y negro, característicos de los Misterios de gozo, gloria y de dolor de la propia vida y muy característicos del estilo dominicano. Señaló, también, cómo el laico dominico debe conocer e identificarse con la figura de Nuestro Padre Santo Domingo para que le ayude en el seguimiento de Cristo.
El retiro finalizó con el rezo solemne de las vísperas y la celebración de la eucaristía junto con la comunidad de Madres Dominicas. Nuestras hermanas crearon, en todo momento, un clima extraordinario de alegría y acogida que hizo posible el indudable éxito de esta jornada y la evidencia de esta naciente Fraternidad de Bormujos, formada por más de 20 entusiastas hermanas y hermanos.