Retiro vocacional en Madrid
El pasado fin de semana, coincidiendo con el II Domingo de Cuaresma en el que se relata la Transfiguración del Señor, un grupo de jóvenes tuvimos la suerte de vivir una experiencia distinta al responder a una pregunta: ¿Buscas algo más?
Ante esta pregunta, acudimos al retiro cinco jóvenes: Pablo, Fernando, Andrés, David y un servidor, Antonio R; que llegamos desde varios puntos de España: Segovia, Toledo, Navarra, Vigo y Granada.
El fin de semana nos ofreció la oportunidad de poder parar un momento del ajetreo de nuestras vidas, para hacer algo tan difícil hoy en día: Escuchar. Tuvimos momentos de trabajo en grupo, de trabajo personal, de oración, de descanso, en los que pudimos compartir opiniones, inquietudes, emociones, risas… Pero no estuvimos solos, aislados, sino que fuimos acogidos por la Comunidad de frailes Dominicos de Atocha, cuyos miembros estuvieron a nuestra entera disposición, respondiendo a las preguntas de unos jóvenes que querían conocer las experiencias y vivencias de los frailes, y que nos hicieron sentirnos como miembros de la comunidad, en vez de simples invitados.
Quizás uno de los momentos más especiales del fin de semana fue la Vigilia de Oración con las Hermanitas del Cordero. Nos encaminamos hacia la capilla dando un paseo por las calles de Madrid, un paseo que se convirtió en una subida, como si de una ascensión hacia un monte se tratara. Al llegar pudimos disfrutar de una Vigilia preciosa, llena de lecturas, cantos y silencio. Una Vigilia, que nos preparó para preparar con la comunidad parroquial el momento hacia el que se encaminó el retiro: la Eucaristía, con la cuál terminaba nuestra experiencia.
Después de ésta, de este subir al Monte Tabor, hemos tenido que volver a nuestro día a día. Pero después de lo vivido, no hemos vuelto a nuestro hogar como si fueran unas vacaciones, sino que nos hemos conocido mejor a nosotros mismos, hemos conocido más sobre el estilo de vida de los dominicos, y ahondado más en el discernimiento vocacional.
Termino, dando las gracias, de parte de todos los que asistimos, a la Comunidad de frailes Dominicos de Atocha, así como a Fr. Xabier, que ha estado a nuestra entera disposición en todo momento. Y para todos aquellos que sientan que en su vida puede haber algo más de lo que ahora hay, sólo les diría: Y tú, ¿Buscas algo más?