Santo Tomás, maestro de vida también ahora
Tercera y última catequesis del Papa Benedicto XVI sobre Sto. Tomás de Aquino en la Audiencia del miércoles 23 de junio de 2010.
Queridos hermanos y hermanas:
Concluyo en el día de hoy las catequesis dedicadas a Santo Tomás de Aquino. Como afirmaba mi amado Predecesor el Papa Pablo Sexto, las enseñanzas de este gran teólogo mantienen hoy toda su vigencia y, en cierta manera, todos los hijos de la Iglesia “podemos y debemos ser sus discípulos”.
La obra cumbre de Santo Tomás es la Summa Theologiae, donde expone de manera precisa, lúcida y pertinente las verdades de fe que brotan de las Sagradas Escrituras y de las enseñanzas de los Santos Padres. En la Summa, Santo Tomás parte de que hay tres modos diversos de la existencia de Dios. El primer modo: Dios existe en sí mismo, es el principio y el fin de todo, y todas las criaturas proceden y depende de Él. El segundo: Dios se hace presente a través de la Gracia en la vida del cristiano, de los santos. Y el tercero y último: Dios está presente de manera especial en la Persona de Cristo y en los Sacramentos, donde se perpetúa su misión redentora. Bajo este triple esquema, se articula esta obra monumental.
Así mismo, todo lo que Tomás ilustró en su pensamiento teológico, lo expuso en su predicación. Por ejemplo, algunos de sus sermones han quedado recogidos en un libro titulado Opúsculos. En él, el Santo explica el Símbolo de los Apóstoles, interpreta el Padre Nuestro, ilustra los Mandamientos y comenta el Ave María. Por lo tanto, la actualidad de su pensamiento queda patente cuando comprobamos que el esquema de los Opúsculos coincide casi en todo con la actual estructura del Catecismo de la Iglesia Católica.