Se mi luz, enciende mi noche

Durante la Semana Santa, distintas pascuas juveniles se vivieron en Familia Dominicana.

Como todos los años, la Pascua se convierte en un momento central en la vida de los jóvenes y de la iglesia en general. Albarracín y Valladolid fueron dos de esos lugares que se ofrecieron para tener una experiencia de Dios y de los hermanos. Jóvenes y familias de distintas partes de la geografía se reunieron para reflexionar, celebrar y vivir la experiencia de Jesús muerto y resucitado, para poder así seguir predicando en Familia Dominicana.

Todos los que llegan a encuentros como estos, lo hacen desde un momento vital y una historia personal concreta dentro de su proceso cristiano. A veces nos toca compartir testimonios de personas que hace muchos años que se habían desentendido de la iglesia: habían roto con ella, u otros, que simplemente quieren buscar nuevas razones para seguir creyendo, pues las que tenían ya no les convencen. Por eso siempre nos llama la atención, por la carga significativa que tiene, el momento de la adoración de la cruz y del sacramento de la reconciliación. Es como si desde la cruz que te envuelve y te ama inmerecidamente, pudieses comprender, ¡nuevamente! lo que es Dios para ti, un Padre que vuelve a salir a tu encuentro.

Empezábamos nuestra vigilia Pascual cantando, "se mi luz, enciende mi noche", esperamos y deseamos que esa luz que encendimos en nuestra vigilia dominicana, siga alumbrando nuestro testimonio de vida y alegría cristianas, signos creíbles de la resurrección de Jesús.

Equipo PJV

Fotos Pascua de Albarracín: MJD España