Simposio sobre la Palabra de Dios: 50 años de la Constitución Dei Verbum
Del 25 al 27 de febrero, con motivo del 8º centenario de la Orden de Predicadores y del 50º aniversario de la Constitución Dei Verbum, acaba de celebrarse en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino (Angelicum) de Roma un Congreso Internacional.
Del 25 al 27 de febrero, con motivo del 8º centenario de la Orden de Predicadores y del 50º aniversario de la Constitución Dei Verbum, acaba de celebrarse en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino (Angelicum) de Roma un Congreso Internacional en el que participaron más de 300 personas venidas de los cinco continentes. Su nutrida asistencia y el carácter multicolor de la misma, tanto de los ponentes como de los asistentes, fue una muestra de la buena respuesta y acogida que tuvo la convocatoria de la organización. Al ser en diversas lenguas, se contaba también con un equipo de traducción simultánea.
¿Qué puede decir y aportar la doctrina de Santo Tomás de Aquino a la familia dominicana y a la Iglesia, y más concretamente en el tema de la predicación, objetivo esencial de la Orden fundada por Santo Domingo? ¿Cómo releer los escritos del Doctor Angélico teniendo al mismo tiempo en cuenta el desarrollo doctrinal y las orientaciones que nos brindó el concilio Vaticano II en la célebre Constitución Dei verbum con el fin de dar una respuesta actualizada y pertinente a la misión dominicana de la predicación?
Tres fueron los ejes que vertebraron el apretado e intenso programa dedicando una jornada a cada uno de ellos: revelación, profecía, predicación. En las conferencias de la mañana se buscaba ante todo presentar fielmente los sólidos principios filosófico-teológicos sobre los que se sustentan cada uno de estos temas. Las intervenciones de la tarde, más breves, retomaban el mismo tema bajo nuevas e interesantes perspectivas con el fin de obtener una visión más equilibrada y global que complementara lo debatido por la mañana. La riqueza y amplitud de las cuestiones en torno a la revelación y la profecía, expuestas por profesores expertos y experimentados en sus respectivas materias, abrían de este modo un abanico de posibilidades encaminadas a una más profunda comprensión de la tarea evangelizadora en nuestro mundo de hoy. Santo Tomás, reconocido universalmente como un gran teólogo, nunca perdió de vista su identidad de predicador. Fue el camino que siguieron los frailes predicadores en los inicios de la Orden.
¿Cómo predicar hoy? Esta podría ser la pregunta clave que latía en el trasfondo del Congreso, en el que se recordó de manera especial a los dominicos Henri-Dominique Lacordaire y Albert Nolan. La comunicación de la Palabra de Dios requiere una profunda identificación con los valores del evangelio. Es a partir de esa “conversión al prójimo” como surgen los diversos interrogantes vitales que alimentan la reflexión teológica en busca de un horizonte de esperanza. Un Congreso Internacional constituye siempre un buen escaparate para tomar conciencia de ese Dios que habla de múltiples maneras y que reclama del predicador esa misma flexibilidad de espíritu para saber acercarse, como Jesús, a cada uno de sus auditorios.