Terosalén 2013
El día 26 de marzo un grupo de laicos, religiosas, jóvenes, mayores,… madres de familia, abuelas,…. llegaron a la Casa de Espiritualidad Scala Coeli de Teror para celebrar La Pascua en comunidad.
Los participantes fueron llegando de lugares y realidades distintas, pero todos con un solo deseo: “vivir una Pascua compartida”, con la seguridad de haber sido convocados por Jesús.
Inmaculada Egües iluminó el paso de Jesús por nuestras vidas y el sentido de La Pascua, ésta posibilidad fue aprovechada para clarificar dudas en nuestra fe y profundizar en lo que es esencial.
La Parroquia del Palmar fue comunidad de vida, donde pudimos compartir una misma fe en un solo Señor. Las celebraciones fueron participativas, plenas de sentido, sencilla, con detalles.
Necesitamos gente que crea que el amor es lo que puede mover la vida entera; que sepa ver y buscar el amor y el servicio en las cosas más ordinarias de la vida; … necesitamos gente que ame lo que todo el mundo, pero no como todo el mundo, porque sus vidas están marcadas por el AMOR… como Jesús: “habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” (Jn 13,1-15).
El Viernes Santo, vivido ante la cruz, fue una invitación a ser valientes para vivir en la verdad. Estamos convocados a vivir en familia, comunidades abiertas,… sabiendo que Cristo VIVE y nos acompaña. Somos sus testigos.
Se pudo experimentar eso de…. "Un día por las montañas apareció un peregrino… se fue acercando a la gente,… iba diciendo amigo soy". La vida de Jesús es para nosotros reflejo del amor del Padre. Jesús es modelo de entrega y compromiso. Su Resurrección nos abre a la esperanza porque LA VIDA venció a la muerte.
Terminamos estos días con la invitación a vivir y transmitir esta experiencia y con el compromiso de invitar a los hermanos a dejarse encontrar por Jesús en la Galilea de nuestras vidas, porque JESÚS HA RESUCITADO.