Vestimos el hábito dominicano como hijos que son acogidos
El domingo 6 de noviembre, en el convento de Santo Tomás de Sevilla, tomaron el hábito de la Orden de Predicadores fr. Humberto Antonio Miranda y fr. Alexis Coffi.
La celebración tuvo lugar en el noviciado de la Orden en España, en una celebración presidida por el presidente de turno de la JIP, fr. Pedro Juan Alonso, y concelebrada por el provincial de la Prov. de España fr. Javier Carballo, el provincial de Aragón fr. Esteban Pérez, el provincial de Bética fr. Miguel de Burgos, los frailes de la comunidad de Santo Tomás y otros frailes de otras comunidades.
Los mismos novicios describen así el dia de su toma de hábito:
"El domingo 6 de noviembre tuvo lugar nuestra toma de hábito en el convento “Santo Tomás de Aquino” en Sevilla. En esta sencilla y emotiva ceremonia, nosotros: fray Humberto Antonio Miranda y fray Alexis Coffi, pedíamos la misericordia de Dios y la vuestra.
Otra cosa no podríamos pedir que tuviera tanta profundidad, que abarcara tanto y que necesitáramos tanto como la misericordia. Nada queda fuera del amor y nuestras vidas que han recorrido distintos caminos se han encontrado con la Orden de Santo Domingo como una posada de compasión junto al camino.
Nuestro deseo de ser acogidos en ella no se debe al cansancio y las heridas que traemos como todo caminante sino a la experiencia de ser reconocidos por el amor cuando aun estábamos lejos. La compasión en la familia dominicana es la mejor predicación, de ella queremos aprender sus gestos como el padre bueno de la parábola que sale al camino, le reconoce y se lo echa al pecho.
Por primera vez vestimos el hábito dominicano como hijos que son acogidos en la familia, invitados a formar parte de su proyecto e identificarnos con el autor de toda misericordia. Si hay algo que celebrar es precisamente la misericordia, somos salvados porque somos amados. Queremos aprender al estilo de Domingo, a poner el corazón en todo lo que está lejos del amor.
Gracias por acogernos y acompañarnos, por el testimonio de cada uno de vosotros, gracias a los que han venido y a los que están, a los de lejos y los de cerca, a hermanos, familiares y amigos. Gracias a todos, el corazón se nos llena de nombres y los labios pronuncian gracias".