Un espacio de acogida y acompañamiento para las pacientes más vulnerables
La Casa San Martín de Porres acoge a mujeres y niños que reciben tratamientos oncológicos en hospitales de Montevideo.
La situación que atravesamos a nivel mundial con la COVID-19 y las crisis derivadas, han afectado al sostenimiento de la Casa San Martín de Porres. Una casa de hospitalidad y calidez, donde la cercanía y el trato humano marca la diferencia, pero que ha visto disminuidos sus ingresos y necesita ayuda para sostener este imprescindible espacio de acogida durante la enfermedad.
La Casa es un hogar de acogida para mujeres y sus hijos e hijas del interior de Uruguay que reciben tratamientos oncológicos en varios hospitales de la ciudad de Montevideo. Selvas Amazónicas, la entidad misionera de los dominicos de la Provincia de Hispania, lanza la Campaña #SembramosHogar a través de su plataforma Sembramos Flores de Dignidad para responder a las dificultades que están atravesando actualmente.
La Casa San Martín de Porres ofrece cama, baño, comida caliente, acogida y acompañamiento a las pacientes más vulnerables, en un momento delicado de salud y teniendo que enfrentar complejos tratamientos. Antes de la creación de la casa, muchas de estas pacientes, la mayoría con tratamientos de quimioterapia, tenían que dormir en los pasillos del hospital. Es un verdadero hogar donde la dignidad de la persona se sitúa en el centro. En un contexto de crisis sanitaria a nivel mundial, “los esfuerzos de Selvas Amazónicas están especialmente enfocados esta Navidad a responder al llamado del Papa Francisco y trabajar, más si cabe, por la construcción de una fraternidad universal y la defensa de la dignidad de las personas más vulnerables”, afirma Fr. Francisco Faragó, director de la entidad.
Queremos seguir dignificando las vidas de éstas personas que realmente necesitan de la solidaridad de todos
“Acudimos nuevamente a vuestra solidaridad y generosidad para seguir ayudando a los niños y madres, porque queremos seguir dignificando las vidas de éstas personas que realmente necesitan de la solidaridad de todos. Esperanzados creemos que es “la única manera de vivir el sueño de la hermandad, único camino de una esperanza real, única posibilidad de una alegría verdadera”, expone F. Felipe Lujén, misionero dominico que junto con la Comunidad Parroquial de Ntra. Sra. del Rosario y Sto. Domingo hace posible este refugio durante la enfermedad.
Fr. Felipe Lujén, OP explica que “en este contexto de crisis, la Casa San Martín de Porres recibió un impacto fuerte, han disminuido notablemente nuestros ingresos. Desde la Comunidad Parroquial acompañamos esta obra tan noble pero la reducción de Misas y otras celebraciones han afectado considerablemente los ingresos y nos está generando un esfuerzo muy grande mantener la Casa San Martín ya que apenas estamos cubriendo los gastos”.
Desde Selvas Amazónicas son conscientes del gran esfuerzo individual y colectivo que todas las personas están realizando, desde todos los rincones del planeta, para responder al unísono ante la pandemia del coronavirus pero afirman que “No viviremos una esperanza real sin el ejercicio convencido y transversal de una hermandad universal. Es por ello que os agradecemos de antemano toda la ayuda que podáis hacerle llegar a nuestras hermanas y hermanos de la Casa San Martín de Porres en Uruguay”.