dominicosUn monolito recuerda la misión evangelizadora de los dominicos durante 500 años
El atrio de Santo Tomás (s. XV), en Ávila, recuerda desde este lunes a los seis primeros dominicos que partieron desde la que fuera residencia veraniega de los Reyes Católicos hacia América en septiembre de 1510.
El monumento descubierto por el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, y el vicario provincial de la provincia del Rosario en España, Pedro Juan Alonso, recuerda a tres de los seis religiosos: el prior, Pedro de Córdoba, Antonio de Montesinos y Bernardo de Santo Domingo.
El acto está enmarcado en el Congreso Internacional que la VIII Cátedra de Santo Tomás celebra hasta el 22 de septiembre bajo el título "Un acontecimiento que cambió el mundo", en referencia a este hecho histórico. Asisten unos setenta expertos.
Este "foro intelectual" pretende reconocer este año la labor realizada hace cinco siglos por seis religiosos que partieron de la capital abulense hacia el Nuevo Mundo con la intención de llevar el Evangelio a quienes no lo conocían y defendieron los derechos de los indígenas.
Este "acto de justicia 500 años después" según el alcalde, rememora la salida de los seis religiosos en septiembre de 1510 hacia La Española, donde encontraron que "el trato de los conquistadores a los nativos era indigno, tanto que encargaron a su mejor predicador, Antón Montesinos, el sermón del cuarto domingo de Adviento de aquel año, para denunciar atropellos". Y él se encargó de denunciarlo, preguntando ante los conquistadores: "¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios?" o "¿Estos no son hombres? ¿No tienen almas racionales".
De todo ello se tiene constancia a través de Bartolomé de las Casas, que fue testigo de ello y a partir de ese momento cambió de vida, se hizo dominico y "se convirtió en el gran defensor de los indios". "Las autoridades presentes se indignaron con aquella denuncia de Montesinos, pero hoy la celebramos como un hito en la historia de los Derechos Humanos", tal y como figura en una de las placas del monolito.