Noticia

Un rayo de luz entre las sombras

31 de mayo de 2016

Las hermanas dominicas de Santa Catalina de Siena en Irak preparan a los niños del campo de Refugiados de Erbil para la Primera Comunión


Fotografía de Deacon Roni Momica

 

El viernes 27 de mayo, el primero de los tres grupos de niños iraquíes desplazados hicieron su Primera Comunión en un campo de refugiados en Erbil, aportando un rayo de luz a una situación tan sombría.

De las 5.500 personas que viven en el campamento de Erbil Aishty 2 para desplazados, la mayoría (más de 2.000) son niños. De estos, 470 harán su Primera Comunión en las próximas semanas.

El número de catecúmenos de este año es tan alto que los niños han sido divididos en tres grupos. El primer grupo, de 175 niños, hizo su Primera Comunión el viernes 27 de mayo. El próximo grupo lo hará el viernes 3 de junio, donde 145 niños recibirán la Eucaristía. El tercer y último grupo, de unos 150 niños, recibirá el sacramento el viernes 10 de junio.

Todos los niños son de rito siro católico, y la mayoría de ellos huyeron de la ciudad de Qaraqosh, antigua capital cristiana del Kurdistán iraquí, con sus familias, cuando militantes del ISIS les atacaron la noche del 6 de agosto de 2014.

El 27 de mayo la misa para el primer grupo fue celebrada por el arzobispo siro católico de Mosul Yohanno Petros Moshe, en la gran iglesia prefabricada del campamento.

Con una capacidad para aproximadamente 800 personas, la iglesia comenzó como una tienda de campaña cuando los refugiados cristianos llegaron por primera vez a Erbil hace dos años y pidieron un lugar para orar. Ahora sirve como la principal parroquia para el campo Aishty de la ciudad, que es el más grande de Erbil y se divide en tres campos más pequeños: Aishty 1, 2 y 3.

Después de mover la sede oficial de su Iglesia de Mosul a Qaraqosh hace varios años debido tanto a problemas de seguridad y al hecho de que la mayoría de los fieles residían en la ciudad, los siro católicos ahora se han quedado sin ninguna diócesis o sede oficial de ningún tipo.

Ahora después de residir mucho tiempo en un campo de refugiados de Erbil, han sido bien recibidos por la Iglesia local y están trabajando todos los días para mantener el espíritu de sus fieles, que se enfrentan a un futuro incierto en su país.

El hecho de que cerca de 500 niños reciban su Primera Comunión en el campo es un signo de esperanza en un lugar donde la llama del cristianismo está parpadeando, creciendo peligrosamente cerca de agotarse.

Otra señal de esperanza para los cristianos de Irak fue la ordenación en marzo de cuatro diáconos en la misma parroquia prefabricada. Ahora están trabajando con los refugiados todo el día, y probablemente, serán ordenados sacerdotes dentro de pocos meses.

Tres de los diáconos, junto con las Hermanas Dominicas de Santa Catalina de Siena - que en su mayoría forman la columna vertebral de la extensa comunidad cristiana de desplazados en Erbil - han estado a cargo de la enseñanza de la catequesis de los niños en la Escritura y la liturgia.

Elise Harris (CNA/EWTN News)