XXVI Asamblea General de la CONFER “Los religiosos no somos el centro, sino que somos para este mundo”
Fr. Jesús Díaz Sariego: “No nos quedemos solo con el lamento de lo que hemos perdido; hay que mostrar más fidelidad que lamento”
Los días 11, 12 y 13 de noviembre se ha celebrado la XXVI Asamblea General de la CONFER bajo el lema “Sabed cuál ha sido la esperanza a la que habéis sido llamados” (EF 1, 18).
Esta Asamblea ha estado cargada de símbolos que se han visto representadosen unos granos de trigo, un puñado de tierra y un pequeño tiesto de arcilla donde los asistentes debían “sentirse tierra preparada para la siembra, tierra que se abre y acoge, tierra que se hace seno de vida”.
La apertura de la Asamblea tuvo lugar el día 11 a las 16:30 de la tarde a cargo de Monseñor Jesús Catalá, presidente de la CEVC y la presidenta de la CONFER María Rosario Ríos, ODN.
En un discurso pronunciado ante los más de 240 Superiores Generales y Provinciales, la Presidenta de la CONFER expresó que “nuestra esperanza no es ni ingenua ni optimista porque sabe del sufrimiento de nuestros hermanos y de la complejidad de nuestro tiempo”. Animó también a los asistentes a actuar en medio de la realidad desde el Evangelio: “los religiosos no somos el centro, sino que somos para este mundo”.
En la inauguración también tomó la palabra el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, que hizo un llamamiento a los religiosos presentes a “concentrarse en lo esencial para realizar la misión”, que pasa por intensificar la vida de oración y el testimonio de la esperanza. Osoro pidió a los religiosos “tolerancia y apertura” pero “no indiferencia”.
La tarde del lunes estuvo capitaneada por la teóloga Montse Escribano quien espetó a los asistentes que “en la vida religiosa no hay primeros ni segundos, solo cuentan los últimos”. La titular de la Ponencia Marco de la Asamblea hizo un llamamiento a los responsables de las congregaciones a “atender la realidad cotidiana de vuestras comunidades, a promover un modelo dinámico frente a un modelo estático y jerárquico”.
El martes día 12 José María Rodríguez Olaizola, SJ, reunió a tres religiosos mayores y tres jóvenes en una mesa titulada “Los viejos tendrán sueños y los jóvenes profetizarán”. Entre los jóvenes se encontraba el estudiante dominico Fr. Bernardo Sastre Zamora. El jesuita, sociólogo y escritor animó a los asistentes a “ser profetas y soñadores los unos para los otros”.
La tarde se enmarcó en hablar de la esperanza en diálogo con las periferias de la mano de José Luis Segovia, Vicario de Pastoral Social de Madrid, y de la reestructuraciónparala misión, con Jesús Díaz, OP, Vicepresidente de la CONFER. José Luis Segovia se dirigió a los asistentes con palabras de ánimo, “Sois un actor fundamental a la hora de generar esperanza para la humanidad, especialmente la doliente”. El vicario para elDesarrollo Social y la Innovación de Madrid agradeció a la Vida Religiosa su perseverancia, por “mantener la esperanza en lugares en los que no hay señales de que haya mucha, como una huella de Dios”.
Durante su alocución en la conferencia titulada “La reestructuración de la vida y de la misión”, el vicepresidente de la CONFER, Jesús Díaz, OP, se pronunció “No nos quedemos solo con el lamento de lo que hemos perdido; hay que mostrar más fidelidad que lamento”. El Prior Provincial de los dominicos de Hispania ha invitado a “no despojarse de la Sagrada Escritura nunca, porque no podemos hablarde la Vida Religiosa sin ella”.
La jornada del martes se cerró con la actuación musical del grupo Alma Di Voices, que transmitieron sensibilidad a través de la poesía musicalizada.
La clausura de la XXVI Asamblea General tuvolugar el miércoles 13 de noviembre donde Monseñor JoséRodríguez Carballo, Secretario de la CIVCSVA, ofreció respuestas a preguntas de la Asamblea. En ellasinvitó a los religiosos españoles a dejarse de lamentos y lanzarse a la acción. “Menos lágrimas por un pasado que no volverá, y más esperanza. Hay que arriesgar”.
La Presidenta de la CONFER, María Rosario Ríos, ODN,cerró la Asamblea haciendo un llamamiento a la “esperanza a la que somos llamados” que “ha estado latiendo humildemente durante toda la asamblea, como el grano de trigo que hemos plantado y que llegará a ser pan partido y entregado”. "Tenemos la certeza de que la esperanza es un don, que bebe y se alimenta de la experiencia de Dios. Somos testigos de la esperanza".
La XXVI Asamblea General de la CONFER concluyó con una eucaristía presidida por Monseñor José Rodríguez Carballo, donde a modo de símbolo se hizo entrega del pan fruto de la esperanza a la que hemos sido llamados.