Óyeme, te basta mi gracia
El sábado 21 de mayo, en la parroquia de S. Catalina, Madrid, se celebró la anual vigilia de oración de PJV.
Como todos los años nuestro encuentro de Familia Dominicana, se celebra en torno a Pentecostés, por eso lo denominamos, "Pentecostés Dominicano", y el lema fue: "Tú mi raíz, mi cimiento", teniendo presente las JMJ, donde Pastoral Juvenil y Vocacional estará implicada. También, esta vigilia es la antesala de nuestro anual festival de solidaridad al sábado siguiente (esta vez será, el sábado 28 de mayo), donde los "frutos" del Espíritu se traducirán en gestos concretos de ayuda a los más necesitados, en esta ocasión, apoyaremos las construcción de viviendas para Haití.
Tuvimos una muy bella celebración, la cual se articuló en torno a la luz de Cristo resucitado, que en su Espíritu nos hace testigos ante el mundo de su amor por la humanidad, y como dominicos, nos llama a predicar. Alternamos momentos de silencio, con otros de interiorización o de salmos y oraciones recitadas; los cantos en torno al Espíritu, en el marco de este hermoso templo, crearon un clima de auténtico recogimiento y alabanza. La hermana Cecilia Vera, dominica de Chile, nos contó la experiencia de los mineros y del terremoto de hace un año, y de cómo la fuerza del espíritu de vida ha superado tanto daño ocasionado; mencionó el trabajo que las hermanas de la Sagrada Familia están haciendo para reconstruir sus obras apostólicas y uno de sus colegios más importantes en Concepción. Jorge Rico, joven de la parroquia de Atocha, nos dio su testimonio de lo que significa ser cristiano hoy entre sus amigos, y de la fuerza interior que se necesita para ser coherente con la fe que se profesa, en una sociedad por momentos hostil e indiferente. También, nos dio razones del por qué como joven dominico va a estar en las JMJ. Hubieron más sorpresas esa noche: una persona pasó por una de nuestras iglesias, ve la octavilla de invitación en la mesa del fondo, la lee, y se presenta. Otra, por la noche visita nuestro portal, jovenesop, ve la noticia de la vigilia, y allí estuvo. Lo primero que les llamó la atención es que esta Familia reza unida. Ambas no conocían la Orden, y ahora quieren saber más sobre nosotros. ¿Frutos del Espíritu?
Vayan nuestros agradecimientos a la comunidad de S. Catalina que nos acogió, a todos los miembros de Familia Dominicana que asistieron, a los que nos dieron su testimonio y a quienes estuvieron en la preparación de la celebración. Momentos de encuentros así, bien valen todo el trabajo pastoral de un curso. Comunión en la oración, es y será, unidad en el apostolado.
Uno de los momentos más importantes fue cuando con las luces apagadas, dejando solo iluminado el Cristo del altar (lo podéis ver en el album de fotos) encendimos el cirio pascual. Parecía que Jesús desde la cruz, la fragilidad y la sequedad tantas veces sentida de nuestra misión, nos abrazaba a los hermanos, hermanas y seglares dominicos esa noche, y nos decía, ahí está mi luz, mi fuerza, no tengáis miedo. Y cantábamos: "Óyeme, te basta mi gracia, déjate hacer por mi gracia".
Equipo PJV