Jue
10
Ago
2023
Donde esté yo, allí también estará mi servidor

Primera lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 9, 6-10

Hermanos:
El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; el que siembra abundantemente, abundantemente cosechará.

Cada uno dé como le dicte su corazón: no a disgusto ni a la fuerza, pues Dios ama “al que da con alegría”.

Y Dios tiene poder para colmaros de toda clase de dones, de modo que, teniendo lo suficiente siempre y en todo, os sobre para toda clase de obras buenas.

Como está escrito:
«Repartió abundantemente a los pobres, su justicia permanece eternamente».

El que proporciona “semilla al que siembra y pan para comer” proporcionará y multiplicará vuestra semilla y aumentará los frutos de vuestra justicia.

Salmo de hoy

Salmo 111, 1-2. 5-6. 7-8. 9 R/. Dichoso el que se apiada y presta

Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra
la descendencia del justo será bendita. R/.

Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos,
porque jamás vacilará.
El recuerdo del justo será perpetuo. R/.

No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos. R/.

Reparte limosna a los pobres;
su caridad dura por siempre
y alzará la frente con dignidad. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 12, 24-26

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.

El que ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiere servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará».

Evangelio de hoy en audio

Reflexión del Evangelio de hoy

Servicio, ministerio, diaconía

La vida de San Lorenzo es la encarnación viva del ejercicio de la caridad que San Pablo pide a los corintios: Pablo hace una colecta a favor de la Iglesia de Jerusalén y pide que den con buen ánimo y con alegría; según el corazón y la conciencia.

Dar, es ir sembrando, y el que siembra a manos llenas, con generosidad, a manos llenas cosechará (v.6-10).

Necesitamos en esta fiesta del diácono San Lorenzo; redescubrir y vivir la dimensión diaconal y de servicio de toda la Iglesia.

Esta dimensión diaconal de la caridad exige atender a los más pobres, desde el servicio, no desde un poder, sino desde una posición baja y humilde. Desde  la fe y el Espíritu, desde la confianza en la generosidad del mismo Dios que “os proporcionara y aumentará la semilla y multiplicará la cosecha de vuestra caridad”.

Entrégate en el servicio diaconal hasta sentir que eres feliz por darte.

Así tu servicio diaconal  cristiano, lleva el estilo de Jesús, que no vino a ser servido sino a servir; así el ministerio diaconal de la Iglesia que nos recuerda San Lorenzo  lleva el sello de Dios.

Haz de tu vida cristiana un servicio diaconal

Jesús es claro. No se puede engendrar vida sin dar la propia. No se puede hacer vivir a los demás si uno no está dispuesto a “des-vivirse” por los otros. La vida es fruto del amor, y brota en la medida en que nos entregamos. Sin entrega no hay misión, sin la entrega solo hay esterilidad.

En la metáfora de Jesús, el caer en tierra y morir es condición para que el grano libere toda la energía que tiene. El fruto comienza en el mismo grano que muere. Así sucede también en la vida. El don total de sí es lo que hace que la vida de una persona sea realmente fecunda.

El cristiano acepta el dolor, y hasta la muerte, sólo como precio y consecuencia de su compromiso con la Vida.

Ama con amor gratuito a todos, ama con tu amor, que es servicio y entrega total, no sólo dar limosnas, sino darte como se da la madre: sin medida, sin calcular la entrega, date todo entero. Que  tu mano sea saludo y perdón,  tu entrega sembrar estrellas de alegría y de paz. Tu “darte” diaconía cristiana. Y, todo porque en la entrega del Señor Jesús, sabes que la entrega es camino para la vida eterna.

San Lorenzo, diácono de la Iglesia de Roma, murió abrasado sobre una parrilla, después de haber manifestado que la verdadera riqueza de la Iglesia son los pobres. Así culminó un proceso de donación de sí mismo como diácono. ¿Cuál es tu proceso de donación?