
May
Evangelio del día
“ Yo soy el camino, la verdad y la vida ”
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 26-33
En aquellos días, cuando llegó Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga:
«Hermanos, hijos del linaje de Abrahán y todos vosotros los que teméis a Dios: a nosotros se nos ha enviado esta palabra de salvación. En efecto, los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni entendieron las palabras de los profetas que se leen los sábados, pero las cumplieron al condenarlo. Y, aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar.
Y, cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. También nosotros os anunciamos la Buena Noticia de que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo:
“Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy”».
Salmo de hoy
Salmo 2, 6-7. 8-9. 10-11 y 12a R/. Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy
«Yo mismo he establecido a mi Rey
en Sión, mi monte santo».
Voy a proclamar el decreto del Señor;
él me ha dicho: «Tú eres mi Hijo:
yo te he engendrado hoy. R/.
Pídemelo:
te daré en herencia las naciones,
en posesión, los confines de la tierra:
los gobernarás con cetro de hierro,
los quebrarás como jarro de loza». R/.
Y ahora, reyes, sed sensatos;
escarmentad, los que regís la tierra:
servid al Señor con temor,
rendidle homenaje temblando. R/.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 1-6
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí».
Reflexión del Evangelio de hoy
Nos toca ser testigos de la resurrección de Jesús
San Pablo dirigiéndose a sus hermanos judíos de Antioquía les dice: “A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación. Los habitantes de Jerusalén y sus habitantes no reconocieron a Jesús… Aunque no encontraron nada que mereciese la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de Él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días se apareció a los que le habían acompañado de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo”.
Es ahora a nosotros los cristianos del siglo XXI a los que nos toca ser testigos de la resurrección de Jesús con nuestra palabra y con nuestras obras, para que llegue a cuantas personas mejor y disfruten de su mensaje.
No perdáis la calma: creed en Dios y creed también en mí
Ante la ida de Dios a la casa del Padre y el dolor de sus discípulos por ello, Jesús les quiere consolar. “No perdáis la calma: creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias, y me voy a preparaos sitio. Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy ya sabéis el camino”. Con toda rotundidad Jesús nos dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí”. Lo nuestro es estar siempre unidos amorosamente a Jesús.