Dic
Evangelio del día
“ José, no temas acoger a María ”
Primera lectura
Lectura del libro de Jeremías 23, 5-8
Mirad que llegan días —oráculo del Señor—
en que daré a David un vástago legítimo:
reinará como monarca prudente,
con justicia y derecho en la tierra.
En sus días se salvará Judá,
Israel habitará seguro.
Y le pondrán este nombre:
«El-Señor-nuestra-justicia».
Así que llegan días —oráculo del Señor— en que ya no se dirá: «Lo juro por el Señor, que sacó a los hijos de Israel de Egipto», sino: «Lo juro por el Señor, que sacó a la casa de Israel del país del norte y de los países por donde los dispersó, y los trajo para que habitaran en su propia tierra».
Salmo de hoy
Salmo 71, 1-2. 12-13. 18-19 R/. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R/.
Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R/.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso;
que su gloria llene la tierra.
¡Amén, amén! R/.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 1, 18-24
La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por medio del profeta:
«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo
y le pondrán por nombre Emmanuel,
que significa “Dios-con-nosotros”».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.
Evangelio de hoy en audio
Reflexión del Evangelio de hoy
Dios es el que salva
Hoy es Jeremías el que pronuncia una profecía de esperanza. A pesar de las infidelidades del pueblo Dios tiene planes de salvación. Le promete un rey nuevo, de la casa de David. Y será un rey: justo, prudente que dará seguridad y salvará al su pueblo. Y se llamará “el Señor nuestra justicia”.
Dios le libró una vez sacándole de Egipto. Y sigue en pie el amor a su pueblo. Por eso será igual de famosa la próxima intervención cuando les libre del destierro de Babilonia. Y les ofrecerá el volver a Jerusalén. Y, no obstante, continuará el pueblo con continuas debilidades pero siempre encontrará la fidelidad admirable por parte de Dios.
Es un hecho que ningún rey cumplió estas promesas. De ahí que tanto el pasaje de Jeremías se haya orientado siempre hacia la espera de los tiempos mesiánicos. Nosotros, los cristianos, lo vemos cumplido plenamente en Cristo Jesús.
Jesús nacerá de María, esposa de José, que es hijo de David
San Mateo nos cuenta en este pasaje la Anunciación a José. Su evangelio, está dirigido a comunidades de origen judío, en las que el padre tiene un papel primordial en la aceptación social del hijo. En esta Anunciación se afirma también el origen divino de su hijo: la criatura viene del Espíritu Santo, y su misión única entre todas, que proclama ya su mismo nombre: Jesús significa Dios salva. Y José, recibe el encargo de ponerle este nombre al Niño. Era este el derecho de todo padre, que significaba que lo recibía en su familia y lo reconocía como hijo suyo.
José tuvo que pasar una dura prueba. Lo que le hizo pensar en abandonarla en secreto. Porque la madre de Jesús estaba desposada con José. Pero el ángel le dijo: no tengas reparo. La relación que existía entre María y José implicaba un compromiso matrimonial estable, Y la ley de Moisés consideraba la infidelidad de la prometida una ofensa semejante a la infidelidad de una esposa.
Pero José era un hombre Justo, es decir, deseoso de conocer y cumplir la voluntad de Dios. El ángel se la reveló. Y su obediencia es presentada aquí como modelo de justicia para todo cristiano.