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Mié
19
Mar
2025

Evangelio del día

Segunda semana de Cuaresma

José hizo lo que le había mandado el Señor.

Primera lectura

Lectura del segundo libro de Samuel 7, 4-5a. 12-14a. 16

En aquellos días, vino esta palabra del Señor a Natán:

«Ve y habla a mi siervo David:
“Así dice el Señor: Cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo suscitaré descendencia tuya después de ti. Al que salga de tus entrañas le afirmaré tu reino.

Será el quien construya una casa a mi nombre y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre.

Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo.

Tu casa y tu reino se mantendrán siempre firmes ante mí, tu trono durará para siempre”».

Salmo de hoy

Salmo 88, 2-3. 4-5. 27 y 29 R/. Su linaje será perpetuo.

Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dijiste: «La misericordia es un edificio eterno»,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R/.

«Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades». R/.

Él me invocará: “Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora”.
Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 4, 13. 16-18. 22

Hermanos:

No por la ley sino por la justicia de la fe recibieron Abrahán y su descendencia la promesa de que iba a ser heredero el mundo.

Por eso depende de la fe, para que sea según gracia; de este modo, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la que procede de la ley, sino también para la que procede de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros.

Según está escrito: «Te he constituido padre de muchos pueblos»; la promesa está asegurada ante aquel en quien creyó, el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe.

Apoyado en la esperanza, creyó contra toda esperanza que llegaría a ser padre de muchos pueblos, de acuerdo con lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia».

Por lo cual le fue contado como justificación.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 1, 16. 18-21. 24a

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.

La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.

José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».

Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.

Evangelio de hoy en audio

Reflexión del Evangelio de hoy

Promesa de Dios

En el Libro de Samuel, Dios le hace a David una promesa extraordinaria: su descendencia y su reino no tendrán fin. Esta profecía encuentra su plenitud en Jesús, el Hijo de David. Y es San José, con su papel silencioso pero esencial, quien le da a Jesús el linaje davídico, insertándolo en la historia de esa promesa.

Y es que, podemos ver en José una imagen conmovedora de la paternidad de Dios. Aunque no engendra biológicamente a Jesús, lo ama cual padre natural que es. En su hogar, Jesús aprende a decir “Abbá” a Dios, porque primero le dice “padre” a José.

Así, la promesa hecha a David se cumple en Jesús, pero en ese proceso, José desempeña un papel silencioso y fiel: sostenerla, protegerla y vivirla. Y de algún modo, nosotros y nosotras también estamos llamados a hacer lo mismo en nuestra vida, incluso cuando no comprendemos del todo el plan de Dios.

La fe activa

San Pablo, en su carta a los Romanos, nos recuerda que Abraham creyó en la promesa de Dios contra toda esperanza, confiando plenamente en el Señor. Y esta misma fe se ve en San José cuando descubre que María esperaba un hijo que no era suyo, ya que seguramente su mundo entonces se tambaleó. Y cuando Dios le habla en sueños y le pide que confíe, como vemos también en el Evangelio, sin pedir pruebas ni cuestionar, José obedece, porque tiene plena confianza en la fidelidad de Dios.

La fe de José fue activa y valiente: aceptó a María, protegió a Jesús de Herodes, huyó a Egipto y vivió en Nazaret. Su fe se tradujo en decisiones diarias, llenas de amor y servicio.

José es nuestro modelo. A menudo, Dios nos pide confiar sin verlo todo claro. Nos invita a caminar con fe, como Abraham y José, seguros de que Él cumple sus promesas, seguros de que Dios, es fiel.

San José, hombre de fe y esperanza

Una vez más en el Evangelio de hoy, que celebramos San José, se nos enseña que la fe no requiere entenderlo todo desde el punto de vista racional, sino que más allá de la razón, debemos confiar y actuar según la voluntad de Dios.

José no es un protagonista visible, pero es indispensable en el plan de Dios. Nos enseña que el servicio silencioso y la fidelidad en lo oculto tienen un valor inmenso. En un mundo que busca reconocimiento, protagonismo, “likes” y viralizaciones, José nos recuerda que lo esencial muchas veces sucede en el silencio de la entrega diaria.

Que, como San José, aprendamos a confiar en Dios más allá de nuestras incertidumbres y a responder con generosidad a Dios, incluso cuando no comprendamos del todo sus caminos. Que San José nos enseñe a vivir una fe activa, confiada y esperanzada, sabiendo que Dios nunca falla.

Como San José, ¿en qué aspectos de mi vida estoy llamado a confiar en Dios sin tener todas las respuestas?

En mi familia, en mi trabajo o en mi comunidad, ¿cómo puedo reflejar la fidelidad y el amor silencioso de San José?

¿Cuido la presencia de Dios en mi vida con la misma ternura con la que José cuidó a Jesús?

 

 Fraternidad Laical de Santo Domingo de Valencia

La Fraternidad Laical de Valencia está formada en la actualidad por hermanos y hermanas con promesa solemne, con promesa simple, y con hermanos a la espera de admisión; sin embargo, desde la fundación de la misma, han formado parte de ella numerosas personas que nos han precedido en la predicación. Uno de los compromisos adquiridos comunitariamente es estudiar y compartir la Palabra de Dios para luego predicarla en la web. Contemplando la Palabra en comunidad, y poniéndola en común, elaboramos una predicación que compartimos con alegría.

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Marzo 2025