Oct
Evangelio del día
“ Sus ángeles están viendo siempre el rostro de mi Padre ”
Primera lectura
Lectura del libro de Job 9,1-12.14-16
Respondió Job a sus amigos:
«¡Se muy bien que es as!: que el mortal no es justo ante Dios.
Si quiere pleitear con él, de mil razones no le rebatirá ni una.
Él es sabio y poderoso, ¿quién le resiste y queda ileso?
Desplaza montañas sin que se note, cuando las vuelca con su cólera.
Estremece la tierra en sus cimientos, hace retemblar sus pilares; manda al sol que no brille y guarda bajo sello las estrellas.
Él solo despliega los cielos y camina sobre el dorso del Mar.
Creó la Osa y Orión, las Pléyades y las Cámaras del Sur. Hace prodigios insondables, maravillas innumerables.
Sí cruza junto a mí, no lo veo; me roza, al pasar, y no lo siento; si en algo hace presa, ¿quién se lo impedirá?, ¿quién le reclamará: “Qué estás haciendo”?
Cuanto menos podre yo replicarle o escoger argumentos contra él. Aunque tuviera yo razón, no respondería, tendría que suplicar a mi adversario; aunque lo citara y me respondiera, no creo que me hiciera caso».
Salmo de hoy
Salmo 87 R/. Llegue hasta ti mi súplica, Señor
Todo el día te estoy invocando, Señor,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte gracias? R/.
¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla,
o tu justicia en el país del olvido? R/.
Pero yo te pido auxilio, Señor;
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.
¿Por qué, Señor, me rechazas
y me escondes tu rostro? R/.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 1-5. 10
En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
-«¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?»
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:
-«Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mi.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.»
Evangelio de hoy en audio
Reflexión del Evangelio de hoy
“Llegue hasta ti mi súplica”
En la lectura de hoy del libro de Job tenemos la respuesta que le da a su amigo Bildad. Es un canto a la omnipotencia de Dios, que domina las fuerzas de la naturaleza, y frente al cual el hombre no puede discutir, pues tiene la razón en todo. Job se debate tratando de entender a Dios y el por qué de su sufrimiento y no encuentra respuesta.
Solo le queda el recurso a la súplica, como dice hoy el salmista: Llegue hasta ti mi súplica, Señor.
A pesar de no entenderlo, debemos confiarnos a Dios. Este Dios fuerte que se hace débil y vulnerable en Jesús. Solo en su cruz podremos encontrar el sentido y el valor del sufrimiento.
“El Señor siempre está cercano y nos acompaña con la presencia de sus Ángeles”
Frente a los deseos de grandeza que hay en el hombre Jesús nos propone fijarnos en los más pequeños, en los niños, en los que son pequeños ante Dios y que no buscan destacar sobre los demás. La sencillez y la confianza de los niños son las que hacen posible la relación cercana con Dios. Confiar en Dios como un niño confía en sus padres nos garantiza participar del reino de los cielos.
Hoy la Iglesia celebra la fiesta de los Ángeles Custodios, a los que se refiere Jesús en el evangelio. Los ángeles, aquellos que continuamente ven el rostro de Dios y no cesan de alabarlo, nos guían y nos alientan en nuestro caminar, de modo que nunca estamos solos. Los ángeles nos protegen de muchos peligros de los que ni siquiera nos damos cuenta; sobre todo del peligro de no escuchar a Señor y no obedecer su Palabra; nos sugieren siempre pensamientos rectos y buenos sentimientos.
En palabras del Papa Benedicto XVI: “El Señor siempre está cercano y operante en la historia de la humanidad, y nos acompaña también con la presencia singular de sus Ángeles, que hoy la Iglesia venera como “Custodios”, o sea, ministros de la divina premura para todo hombre”. “Desde el inicio hasta la hora de la muerte, la vida humana está rodeada de su incesante protección”
Y como afirma el Papa Francisco: “El ángel de la guarda está siempre con nosotros… Esta es una realidad. Es como un embajador de Dios con nosotros. Y el Señor nos aconseja: ‘¡Ten respeto por su presencia!´”.
Hoy puede ser un día para reafirmar nuestra devoción al Ángel Custodio, lo podemos hacer con la oración colecta de la Misa: “Oh Dios, que en tu providencia amorosa te has dignado enviar para nuestra custodia a tus santos ángeles, concédenos, atento a nuestras súplicas, vernos siempre defendidos por su protección y gozar eternamente de su compañía”.