Feb
Evangelio del día
“ Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia ”
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 5, 1-4
Queridos hermanos:
A los presbíteros entre vosotros, yo, presbítero con ellos, testigo de la pasión de Cristo y participe de la gloria que va a revelar, os exhorto: pastoread el rebaño de Dios que tenéis a vuestro cargo, mirad por él, no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere; no por sórdida ganancia, sino con entrega generosa; no como déspotas con quienes os ha tocado en suerte, sino convirtiéndoos en modelos del rebaño.
Y, cuando aparezca el Pastor supremo, recibiréis la corona inmarcesible de la gloría.
Salmo de hoy
Salmo 22, 1-3. 4. 5. 6 R/. El Señor es mi pastor, nada me falta
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas y repara, mis fuerzas. R/.
Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras, nada terno,
porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor por años sin término. R/.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-19
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».
Ellos contestaron:
«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».
Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
«Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo»
Jesús le respondió:
«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Ahora yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».
Evangelio de hoy en audio
Reflexión del Evangelio de hoy
"Pastoread el rebaño de Dios que tenéis a vuestro cargo, mirad por él"
El texto de la Carta de San Pedro pone en boca del apóstol unas recomendaciones a los presbíteros sobre su misión pastoral que no es otra que el servicio al Pueblo de Dios con entrega generosa y teniendo como modelo a Cristo, pastor supremo.
Leyendo de nuevo esta exhortación tengo muy en la memoria las continuas llamadas del papa Francisco a evitar el clericalismo, es decir, convertir la acción pastoral de los sacerdotes ordenados en una especie de reducto o minoría de poder que ejerce la jerarquía de la Iglesia de manera autoritaria.
El modelo del sacerdote y obispo es el del Buen Pastor, Cristo Nuestro Señor, que da la vida por sus ovejas, unas ovejas que conoce bien y que guía con amor, prudencia y servicio. El Pueblo de Dios necesita buenos y santos sacerdotes que le sirvan y no se sirvan de su ministerio, que celebren con dignidad los oficios sagrados y sean referencia de vida cristiana aun sabiéndose pecadores.
"Simón Pedro tomó la palabra y dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo"
El texto del Evangelio es la principal referencia bíblica, según la Iglesia Católica, del ministerio petrino, es decir, de la autoridad suprema del Papa sobre toda la Iglesia.
Jesús, ante la confesión de fe de Pedro, lo constituye como “piedra” de la nueva comunidad que ha fundado Jesús, es decir, le otorga su confianza para que, en su nombre, “ate y desate”, es decir, promueva la fe y la unidad y trate de buscar los modos y maneras de acabar con determinación prudente, caritativa pero pronta y decidida con todo lo que todavía supone un impedimento para la construcción del Reino.
Uno de los títulos que tiene el Papa es el “servus servorum Dei”, es decir, siervo de los siervos de Dios que, aunque se ha considerado durante siglos como timbre de honor y majestad de su figura, sin embargo, recuerda su verdadera vocación de servicio a toda la comunidad encomendada, con todo lo que ello significa.
El modelo del “Buen Pastor” que es Cristo ha de empeñarle no solo en guiar con prudencia y prontitud a los fieles encomendados, sino también conocerlos y, para ello, acercarse a ellos para que le conozcan, compartir sus inquietudes y problemas, buscar y rescatar a las “ovejas perdidas”...
Ser el Vicario de Cristo implica también dar testimonio a tiempo y destiempo de la Fe y el Evangelio no solo en la Iglesia sino también en el mundo, un mundo tan necesitado de amor y paz.
Las palabras del papa Juan Pablo II al comienzo de su ministerio siguen siendo proféticas “No tengáis miedo. Abrid de par en par las puertas a Cristo” que nos recuerdan la confesión valiente de Pedro inspirado por el Espíritu Santo.
La fiesta litúrgica de la Cátedra de San Pedro que celebramos hoy es una buena oportunidad para encomendar al Papa y a los obispos en nuestras oraciones para que sean fieles testigos de la misión que les ha encomendado Cristo Buen Pastor.