Sep
Evangelio del día
“ Yo seré para ella -oráculo del Señor- una muralla de fuego en torno, y gloria dentro de ella. ”
Primera lectura
Lectura de la profecía de Zacarías 2, 5-9. 14-15c
Levanté los ojos y vi un hombre que tenía en su mano un cordón de medir. Le pregunté:
«¿Adónde vas?».
Me respondió:
«A medir Jerusalén para ver cual es su anchura y cuál su longitud».
El mensajero que me hablaba salió y vino otro mensajero a su encuentro. Me dijo::
«Vete corriendo y dile al oficial aquel:
"Jerusalén será una ciudad abierta a causa de los muchos hombres y animales que habrá en ella; yo la serviré de muralla de fuego alrededor y en ella seré mi gloria".
«Alégrate y goza, Sión, pues voy a habitar en medio de ti - oráculo del Señor -.
Aquel día se asociarán al Señor pueblos sin número; y ellos serán mi pueblo».
Salmo de hoy
Jr 31,10.11-12ab.13 R/. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño
Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,
anunciada en las islas remotas:
«El que dispersó a Israel lo reunirá,
lo guardará como un pastor a su rebaño. R.
Porque el Señor redimió a Jacob,
lo rescató de una mano más fuerte»
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor. R.
Entonces se alegrará la doncella en la danza,
gozarán los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo,
los alegraré y aliviaré sus penas. R.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,43b-45
En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacia, Jesús dijo a sus discípulos:
«Meteos bien en los oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres».
Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no captaban el sentido.
Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.
Reflexión del Evangelio de hoy
… Gozarán los jóvenes y los viejos; convertiré su tristeza en gozo, los alegraré y aliviaré sus penas
Una invitación a la alegría. A buscar la verdadera alegría. Aquella que nace en Dios, mira a Dios y vuelve a Dios. Aquella que resiste las pruebas y las fragilidades, que nos abre un camino de verdadero consuelo, que desemboca en una Vida Nueva.
No es posible evitar el dolor. Dolor y vida, a veces, muchas, van unidos, pero no debería ser la desesperación nuestra respuesta, sino la alegría, en forma de serenidad y paz. Porque nuestra alegría se fundamenta en la esperanza. Porque nuestra alegría nace de la Pascua, nace de la Vida.
Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres
Unas líneas más arriba, las lecturas nos llamaban a la alegría y ahora, Jesús nos anuncia su pasión y muerte… y no habla de resurrección. En un entorno de alegría por las cosas “que hacía”, Jesús parece querer aguar la fiesta. Y los discípulos, desconcertados, en su interior, se rebelaban contra estas palabras que anuncian muerte y sufrimiento. Pero no preguntan… Tal vez les daba miedo mostrar su propia ignorancia. No había llegado el momento de entender. Más adelante lo entenderán todo.
Por un lado Jesús responde a las necesidades de la gente, y hace realidad sueños y esperanzas… Por otro lado anuncia que será preso y entregado en manos de los hombres, en manos de la gente. Algo no encaja.
Jesús llega a las personas, lo sienten amigo y salvador, y les cambia la vida, pero… otros, en cambio, lo verán enemigo y no llegarán a Jesús. Y querrán quitarlo de en medio porque les estorba y les complica la vida, y les hace perder sus pequeñas, o grandes, parcelas de poder. Está claro que Jesús no significa lo mismo para todos.
¿Nos llega o nos estorba? Interesante pregunta para nuestra reflexión personal.