Dic
Evangelio del día
“ Que no se pierda ni uno de estos pequeños ”
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías 40, 1-11
«Consolad, consolad a mi pueblo —dice vuestro Dios—; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados».
Una voz grita:
«En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale.
Se revelará la gloria del Señor, y verán todos juntos —ha hablado la boca del Señor—».
Dice una voz: «Grita».
Respondo: «¿Qué debo gritar?».
«Toda carne es hierba y su belleza como flor campestre: se agosta la hierba, se marchita la flor, cuando el aliento del Señor sopla sobre ellos; sí, la hierba es el pueblo; se agosta la hierba, se marchita la flor, pero la palabra de nuestro Dios permanece por siempre».
Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá:
«Aquí está vuestro Dios.
Mirad, el Señor Dios llega con poder y con su brazo manda.
Mirad, viene con él su salario y su recompensa lo precede.
Como un pastor que apacienta el rebaño, reúne con su brazo los corderos y los lleva sobre el pecho; cuida él mismo a las ovejas que crían».
Salmo de hoy
Salmo 95, 1-2. 3 y 10ac. 11-12. 13-14 R/. Aquí está nuestro Dios, que llega con poder
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria. R/.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente». R/.
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque. R/.
Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R/.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 12-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños».
Evangelio de hoy en audio
Reflexión del Evangelio de hoy
Si leemos despacio la lectura de Isaías del día de hoy, podemos percibir que, se asemeja más a un bello poema, que a otra cosa.
“Se agosta la hierba, se marcita la flor, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre” ¿No son bellas estas palabras?, ciertamente, pero más bella es la realidad que contiene.
¿Qué nos dice, en este martes de la 2ª semana de Adviento, esa palabra de nuestro Dios?
- “Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios” A esto estamos llamados, a esto se nos invita, a consolar a todo hombre que se cruce en nuestro camino.
Y ¿qué clase de consuelo podemos brindar a nuestro mundo tan dolorido, tan violento…? El mismo Dios nos la dice: “hablad al corazón de Jerusalén= humanidad y gritadle: que se ha cumplido su servicio, que está pagado su crimen” Parece un sueño, pero es la realidad, nuestro desamor, nuestro egoísmo, todo lo negativo de este mundo ya ha sido rescatado.
- Podemos seguir preguntándonos, ¿quién se ha hecho valedor nuestro? Debe ser Alguien que ya ha venido, que viene y que vendrá, y por eso se le debe preparar un camino y así pueda revelarnos su gloria.
- Cuando, “los valles se levanten, montes y colinas se abajen, lo torcido se enderece y lo escabroso se iguales. Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos”.
Y aquí nos topamos con otra novedad, todos juntos, ya el individualismo que acampa a sus anchas en la sociedad secularizada, en las familias, en comunidades…cederá el paso a la unidad de la humanidad, porque “como un pastor apacienta el rebaño, su mano reúne”
Esto es lo que vivimos en este Adviento escatológico en las primeras semanas. Tomemos conciencia de que somos llamados a consolar al pueblo con estas realidades, y a gritarle: “Mirad: Dios, el Señor, llega con fuerza” (1ª lectura) “Aquí está nuestro Dios, que llega con poder” (Salmo)
Llega para decirnos que, deja noventa y nueva ovejas en el cielo y se abaja (lo veremos hecho Niño en Belén) para buscar a la perdida. Porque, y esta es la Buena Noticia: “vuestro Padre del cielo, no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños” (Evangelio)
Hermanos, comprendamos esta Palabra de consuelo y gritémosla a todo el que quiera escucharla.
Santo Adviento.