Jun
Evangelio del día
“ Yo he vencido al mundo ”
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 19, 1-8
Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó la meseta y llegó a Éfeso. Allí encontró unos discípulos y les preguntó:
«¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?».
Contestaron:
«Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo».
Él les dijo:
«Entonces, ¿qué bautismo habéis recibido?».
Respondieron:
«El bautismo de Juan».
Pablo les dijo:
«Juan bautizó con un bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyesen en el que iba a venir después de él, es decir, en Jesús».
Al oír esto, se bautizaron en el nombre del Señor Jesús; cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y se pusieron a hablar en lenguas extrañas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres.
Pablo fue a la sinagoga y durante tres meses hablaba con toda libertad del reino de Dios, dialogando con ellos y tratando de persuadirlos.
Salmo de hoy
Salmo 67, 2-3. 4-5ac. 6-7ab R/. Reyes de la tierra, cantad a Dios
Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos,
huyen de su presencia los que lo odian;
como el humo se disipa, se disipan ellos;
como se derrite la cera ante el fuego,
así perecen los impíos ante Dios. R/.
En cambio, los justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios,
rebosando de alegría.
Cantad a Dios, tocad a su nombre;
su nombre es el Señor. R/.
Padre de huérfanos, protector de viudas,
Dios vive en su santa morada.
Dios prepara casa a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece. R/.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 29-33
En aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús:
«Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que has salido de Dios».
Les contestó Jesús:
«¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».
Reflexión del Evangelio de hoy
“Se bautizaron en el nombre del Señor Jesús”
Tenemos que contextualizar lo que nos dice la primera lectura. Estamos en los primeros momentos de expansión del cristianismo. No se podía explicar toda su riqueza en un día. La influencia de Juan el Bautista todavía subsistía. Algunos de los nuevos discípulos habían recibido el bautizo de Juan el Bautista. Pablo les convence de que el Bautista habló de la necesidad de creer y acoger a Jesús, del que él era sólo su Precursor. Aceptan el bautismo de Jesús, como signo de la aceptación de su persona y de su mensaje. Y el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo hacen morada en ellos. Y San Pablo sigue predicando en Éfeso el mensaje de Jesús, el proyecto de Jesús para toda la humanidad, es decir, el “Reino de Dios”. Quien lo acepte debe bautizarse y dejar que Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, reinen en su vida, rijan su corazón y todos sus actos.
“Yo he vencido al mundo”
Lo de los apóstoles con Jesús fue un proceso largo, lento. Aunque le siguieron desde la primera llamada, necesitaron mucho tiempo para dejar que Jesús reinase en su corazón, para seguirle de verdad. Están emocionados porque Jesús les ha hablado del Padre y dicen que ahora ven las cosas claras y creen con más intensidad en Jesús. Pero Jesús, en un ejercicio de paciencia divina e infinita, les recuerda que todavía no tienen las cosas tan claras como para seguirle hasta el final, para seguirle hasta el pie de la cruz. Cuando llegue este momento le van a dejar solo. En esa situación y en todas, su apoyo, su roca firme, va a ser el Padre que siempre va con Él.
Pronostica a los apóstoles que también ellos van a su sufrir tribulaciones, cruces, abandonos… la única manera de vencer esas dificultades es la de apoyarse en el Padre, en el Espíritu y en el mismo Jesús, nuestro Dios Trinidad que nunca nos abandona. “En el mundo tendréis luchas, pero tened valor: Yo he vencido al mundo”. Lo que les dijo a los apóstoles, nos lo dice a nosotros, sus seguidores del siglo XXI. ¡Ojalá le hagamos caso!