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Homilía Todos los Santos
Año litúrgico 2016 - 2017 - (Ciclo A)
“ Marcados por el sello del Dios vivo ”
Introducción
Cada quien es hijo de su vida y circunstancias. Todo creyente lo es por diferentes motivos, pero la fuerza de su convicción sólo está enraizada en la experiencia de un encuentro con el Señor resucitado, con su Espíritu, presente en medio de nosotros. Para el creyente, la existencia de Dios es tan cierta y real como la vida misma. En la solemnidad de todos los Santos celebramos a todos los que se han dejado alcanzar por Dios, a todos los que han hecho de su vida un ícono de la presencia de Dios en medio de esta humanidad, muchas veces rota y divida por el odio, la soberbia, el egoísmo y la sinrazón. Los santos nos acercan a Dios al tiempo que nos recuerdan lo mejor de nosotros mismos. Son los que hacen verdad las palabras de vida y de eternidad de Jesús.
El encuentro con Jesús, con el Dios vivo, marca de una manera decisiva la vida del creyente, le imprime un sello que lo capacita para anunciar y proclamar el Evangelio a toda la creación, le hace solidario con todas las criaturas y se convierte en testigo y testimonio de la esperanza en un mundo más humano y fraterno en busca de la reconciliación universal. Los santos muestran el rostro de la misericordia de Dios.