dominicos.org utiliza cookies, propias y de terceros, para la mejora de la experiencia del usuario durante la navegación. Si decide continuar, entendemos que presta su consentimiento para su utilización por parte del sitio web. Más información en Política de Cookies.         Entendido
Dom
11
Oct
2009

Homilía Vigésimo octavo Domingo del Tiempo Ordinario

Año litúrgico 2008 - 2009 - (Ciclo B)

Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres… y luego sígueme

Introducción

El que los diálogos deban siempre ser estimados en mucho no nos impide reconocer que, en determinadas ocasiones, no conducen a encuentros, sino que, muy al contrario, ponen en evidencia la distancia existente entre unas y otras posiciones. No es extraño que suceda precisamente eso cuando uno de los interlocutores es Jesús, cuya palabra, por ser de Dios, “es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo” (Hb 4,12); nada dada, por lo tanto, a contemporizar, es decir, “a acomodarse al gusto o dictamen ajeno por algún respeto o fin particular” (RAE). El fin de Jesús es general -el Reino de Dios- y de ningún modo está dispuesto a acomodarse a dictámenes ajenos, tampoco a los de los ricos.