Dic
Homilía III Domingo de Adviento
Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)
“ Regocíjate y disfruta con todo tu ser ”
Introducción
El Tercer Domingo de Adviento es el domingo de la alegría (o «Domingo Gaudete») porque está próximo el Señor. De ello nos hablan las lecturas de esta Eucaristía.
Aunque el profeta Sofonías ve cómo el pueblo de Judá está sumido en una grave crisis social y religiosa, pues es un pueblo orgulloso que no cumple la Alianza, Dios le ha pedido que anuncie a todos que no va a castigarlo, sino todo lo contrario, pues habitará en medio de él con toda su ternura y su amor. Por eso también nosotros debemos gritar con alegría.
En lugar de un Salmo, en esta celebración proclamamos un cántico de Isaías en el que anima al pueblo de Israel a dar gracias a Dios porque hará brotar un renuevo de la «raíz de Jesé». Ese renuevo es el Niño Jesús (cf. Ap 22,16). Y será grande en medio de nosotros.
San Pablo anima a los cristianos de Filipo a que se alegren, pues el Señor está cerca. Y nos dice que si somos conscientes de ello y lo celebramos, la paz de Dios llenará nuestros corazones.
San Juan Bautista anuncia en el desierto, ante la multitud, que está a punto de llegar el Señor, y todos deben prepararse para ello, haciendo obras que den buen fruto. Ante aquellas palabras, la multitud se pregunta si él es el Mesías. Pero Juan, humildemente, les hace ver que no es nadie en comparación con el Mesías.