
Lun 6 Abr
Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)
“ ¡Señor mío y Dios mío! ”
El II Domingo de Pascua es conocido, también, como el «Domingo de la Divina Misericordia». Un término, el de Misericordia, que nos muestra la grandeza de Dios, lo sublime de su actuar. Y es que la Misericordia nos habla de un Dios que tiene entrañas, un Dios que empatiza, un Dios que tiene corazón y que ese corazón es el centro de gravedad de su amor infinito. La fe en un Dios que es Todomisericordioso hace que desaparezcan los miedos y abre las puertas a la idea de la reconciliación universal. Porque la Misericordia, con sus obras, nos hace experimentar y sentir para luego poder exclamar: «¡Señor mío y Dios mío!».