Abr
Homilía Viernes Santo
Año litúrgico 2020 - 2021 - (Ciclo B)
“ Está cumplido ”
Introducción
En Viernes Santo celebramos la Pasión de Cristo, con una liturgia austera; no de luto, sino de llanto esperanzado. Con celebración o sin ella, hoy podemos meditar la Pasión del Señor, orar el dolor de la humanidad; adorar la cruz propia o de los más cercanos, y la comunión con Jesús.
En uno de los muchos viernes santos en los que Fray Luis de Granada predicó este evangelio, subió al púlpito y comenzó con estas palabras: "Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan". Y no pudo decir más. Una emoción incontenible se apoderó de él; sintió que la voz se le cortaba, estalló en sollozos... y con el rostro bañado en lágrimas se bajó del púlpito sin decir una palabra más.
Este testimonio de fe nos dice que estamos implicados en la Cruz de Cristo, que no es un mero dato de la historia, consignado en los evangelios, sino algo que nos concierne a todos y por ello tiene una profunda actualidad. Su cruz es nuestra cruz, su crucifixión es nuestra crucifixión.
¿Y la cruz de los demás?. Hoy podemos ver por televisión todas las miserias del mundo, pero sin compadecernos. El torrente de informaciones sobre la miseria nos ha endurecido y cerrado internamente, sin meternos en la piel del otro. Sólo se busca la propia felicidad. Pero ésta es inalcanzable cuando uno se obliga a pasar de largo frente al dolor.
Evocando la experiencia de Fr. Luis nos preguntamos:
¿Qué alcance tiene saber que Jesús murió por mi, a causa mía, para mi salvación?.
¿Cómo me sitúo ante la Pasión de Jesús, en los crucificados de hoy?