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Homilía XXXIV Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2014 - 2015 - (Ciclo B)
“ Todo el que es de la verdad escucha mi voz ”
Introducción
El evangelio nos presenta en un careo a Pilato, el rey más poderoso de la tierra, frente a Jesús, un reo maniatado que dice que es rey y se presenta como testigo de la verdad. Que un rey sea juzgado no es usual, pero Jesús y su el reino, “mi reino”, que él dice, no han dejado de ser juzgados hasta nuestros días. Para Pilato el problema es que se ha declarado rey cuando le acaba de presentar al pueblo desde el balcón de su palacio como: El hombre, ¡Ecce Homo! Con sorna e ironía, viene a decir al pueblo: mirad aquí tenéis al rey fracasado, al entregado. Mirad en qué han quedado sus pretensiones, ¿qué has hecho? ¿Qué es la verdad? ¿Acaso cada hombre no podemos reinar? ¿Por qué Jesús y su reino peculiar siguen siendo motivo de atracción y de rechazo? ¿Qué puede temer ningún rey de la tierra, por qué los reinos de la tierra se sienten amenazados, si no va enfrentarse con nadie, si Jesús es pacífico, es entrega, generosidad, servicio a los demás? ¿No somos los cristianos “sus armas” y su ejército un montón de seguidores con su fuerza? A este reino no hay que temerlo, hay que darle la bienvenida y acogerlo: es la solución del mundo, la vida que necesitamos.