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Homilía VII Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2024 - 2025 - (Ciclo C)
Evangelio para niños
Amor a los enemigos - Lucas 6, 27-38
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: - A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratadad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores con intrención de cobrarselo. ¡No! Amadad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada: tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzquéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados; dad y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis la usarán con vosotros
Explicación
Jesús invita a sus amigos a tener un corazón grande, es decir generoso y universal, parecido al de Dios Padre. Un corazón capaz de prestar algo a quien necesite ayuda, aunque no pueda devolverlo; o dispuesto a hacer el bien a quien te hace mal, o a hablar bien de los que hablan mal de ti. Porque amar a quien te ama, hablar bien de quien habla bien de ti y prestar a quien te lo puede devolver, ¿ qué mérito tiene ?. Eso lo hace cualquiera. Hay una frase de Jesús preciosa, con la que anima a sus seguidores a ser buenos, a fondo perdido : “Tratad a los demás como queréis que ellos os traten”
Dibujo realizado por: Fr. Félix Hernández Mariano ( descargar la imagen )
Evangelio dialogado
Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.
SÉPTIMO DOMINGO ORDINARIO -C- (Lc 6, 27-38)
Niño1: Maestro, si nos has elegido para ser tus discípulos, tendrás que explicarnos qué debemos hacer. ¿Cómo nos tenemos que comportar?
Niño2: Sí, Jesús, estamos dispuestos a hacer lo que nos digas, cualquier cosa y en cualquier circunstancia.
Jesús: De acuerdo. Lo que tengo que deciros es sencillo de aprender. En primer lugar: Amad a vuestros enemigos.
Niño1: Entiendo, Jesús, que habrás querido decir: Amad a vuestros amigos.
Jesús: No, no me he equivocado. He dicho: Amad a vuestros enemigos, y más aún: haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian.
Niño2: ¡Eh, eh, alto, alto! A ese paso te queda por decir que si alguien nos da una bofetada, nos aguantamos y en paz.
Jesús: Si alguien te pega en una mejilla, preséntale la otra.
Niño1: Maestro, ¿y si alguien me quita el manto?
Jesús: Déjale también la túnica.
Niño2: ¿Y qué hago con los pobres que piden por las calles?
Jesús: Tú, dales.
Niño1: ¿Y si alguien se lleva lo que es mío?
Jesús: No se lo reclames.
Niño2: Maestro, ¿nos tomas el pelo? ¡Eso es de tontos! Nadie actúa así. ¿Cómo vamos a tratar bien a los que nos tratan mal?
Jesús: Sólo tenéis que tratarles como deseáis que ellos os traten.
Niño1: Nosotros tratamos bien a los que nos quieren, nos ayudan y son nuestros amigos.
Jesús: ¿Y qué mérito tiene eso? También lo hacen los pecadores.
Niño2: Yo creo que estoy en tu línea, Jesús, porque me dedico a hacer préstamos... ¡sin intereses!
Jesús: ¿Y esperas cobrar?
Niño2: ¡Naturalmente! A ver...
Jesús: Entonces no tienes ningún mérito. También los pecadores prestan a otros con intención de cobrárselo.
Niño1: ¡Cómo se nota que no conoces bien a los hombres! Nadie presta sin esperar nada a cambio. No tienes ni idea de cómo es la gente que nos rodea. ¡Mira que decir que amemos a los enemigos!
Jesús: Si lo hacéis, tendréis un gran premio y seréis hijos de Dios, que es bueno con los malos y desagradecidos.
Niño2: Así que... debemos ser compasivos.
Jesús: Sí, como vuestro Padre del cielo es compasivo.
Niño1: Y no podemos juzgar a nadie porque también seremos nosotros juzgados, ¿no es eso?
Niño2: Y, claro, mucho menos condenar a los que nos rodean. Entiendo que si lo hacemos, seremos también condenados.
Jesús: Ya veo que os vais enterando.
Niño1: Y debemos perdonar para ser perdonados. Y también tenemos que dar para que se nos dé, ¿a qué sí?
Jesús: Y os aseguro que se os dará una medida generosa, colmada, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández