Jul
Homilía XVII Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)
“ Cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden ”
Introducción
Para saber si mi fe goza de buena salud, basta con mirar la calidad de mi oración. Muchas veces nos dejamos llevar por el ritmo acelerado de la vida y cuidamos poco el encuentro con aquellos que amamos (y con aquellos que debiéramos amar más). Eso afecta también a la calidad de nuestra relación con Dios. Debemos buscar momentos para cultivar la relación íntima y personal con Dios. De lo contrario, la fe se marchita. No es una exigencia que Dios nos impone, sino una necesidad que tenemos.
La oración no es solo una actividad que realizamos; es una actitud existencial que consiste en desear vivir en la presencia de Dios. El Evangelio de hoy nos invita a pedir insistentemente a Dios. Pero, quizás, lo primero que debemos pedirle es que nos enseñe a pedir. El padrenuestro es la mejor guía para ello.