Oct
Homilía XXX Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2016 - 2017 - (Ciclo A)
“ Amarás a tu prójimo como a ti mismo ”
Evangelio para niños
El mandamiento principal - Mateo 22, 34-40
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se acercaron a Jesús y uno de ellos le preguntó para ponerlo a prueba: - Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley? El le dijo: - "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser". Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas
Explicación
En aquél tiempo los fariseos le preguntaron a a Jesús: -Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley? Respondió Jesús: - Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. Estos dos mandamientos resumen todos los demás. Así pues, si queremos cumplir todos los mandamientos solo hay que hacer una cosa: amar, amar y amar.
Dibujo realizado por: Fr. Félix Hernández Mariano ( descargar la imagen )
Evangelio dialogado
Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.
Domingo 30º ordinario-A (Mt 22,34-40)
Discípulo 1: Maestro, es difícil ser judío. Nuestra Ley es muy exigente y complicada.
Discípulo 2: Yo he contado hasta 613 mandatos en la Ley de Moisés. Nos dan normas para todo.
Discípulo 1: Cualquier cosa que hacemos está controlada. Es imposible cumplir todas las reglas.
Jesús: Las leyes pueden ser muchas, pero el Padre Dios sólo es uno, y os aseguro que no pide demasiado.
Discípulo 2: Entonces...¿Para qué tantas leyes y tantas normas?
Jesús: Porque a los hombres les gusta complicarlo todo. Os repito que el Dios Padre pide bastante poco.
Discípulo 1: Mira, Maestro, por allí vienen unos fariseos. Se les habrá ocurrido algo nuevo para molestarte. Parece que no tuvieron bastante con aquello de la moneda del César.
Discípulo 2: Sus cabezas están llenas de leyes, se creen muy listos y muy buenos por saberlas todas de memoria, y no toleran que tú, Jesús, sepas más que ellos y les dejes en ridículo.
Fariseo 1: Maestro, queremos hacerte una pregunta: Como tú lo sabes todo podrás respondernos. Estamos seguros de que sí.
Fariseo 2: A ver, dinos: ¿Cuál es el mandamiento principal de la ley?
Jesús: ¿Por qué queréis ponerme a prueba?
Fariseo 1: ¡Nooo!, ¡qué va!, Es que nosotros también estamos liados con tantas normas.
Fariseo 2: Y nos interesa saber de verdad tu opinión, a ver: ¿Cuál es el mandamiento principal de la Ley de Dios?
Jesús: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser».
Fariseo 1: ¿Y cuál es el segundo? Dinos también el segundo.
Jesús: El segundo es tan importante como el primero.
Fariseo 2: Pues, venga, dinos el segundo mandamiento.
Jesús: El segundo es semejante al primero: «Amarás al prójimo como a ti mismo».
Discípulo 1: ¿Por qué son tan importantes estos dos mandamientos?
Jesús: Porque estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y a los Profetas.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández