Jul
Homilía XVII Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2011 - 2012 - (Ciclo B)
“ Porque así dice el Señor: comerán y sobrará ”
Evangelio para niños
La multiplicación de los panes - Juan 6, 1-15
En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente dijo a Felipe: - ¿Con qué compraremos panes para que coman éstos? (lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer). Felipe le contestó: -Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo. Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: - Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero ¿qué es eso para tantos? Jesús dijo: -Decid a la gente que se siente en el suelo. Había mucha hierba en aquel sitio; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados; lo mismo, todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: - Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie. Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: -Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo. Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.
Explicación
En el mundo hay comida de sobra para que nadie muera de hambre. Lo único que falta es corazón para compartir. El problema del hambre en el mundo es nuestro egoísmo. Porque hay tan poco corazón como para dejar morir a personas como nosotros. Eso quiere decir el evangelio de hoy y cómo Jesús, que tiene corazón, pide a quien tiene, que comparta con los que no tienen.
Dibujo realizado por: Fr. Félix Hernández Mariano ( descargar la imagen )
Evangelio dialogado
Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.
DECIMOSÉPTIMO DOMINGO ORDINARIO – CICLO “B” - (JUAN 6, 1-15)
NARRADOR: En aquel tiempo, Jesús se fue al otro lado del mar de Galilea, o de Tiberíades. Y le seguía mucha gente, pues habían visto los signos que realizaba en los enfermos.
Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la cena de Pascua, la fiesta de los judíos. Entonces Jesús, alzando los ojos y viendo que una gran multitud venía hacia El, dijo a Felipe:
JESÚS: ¿Con qué compraremos pan para que coman éstos?
NARRADOR: Decía esto para probarlo, porque El sabía lo que iba a hacer.
FELIPE: Doscientos denarios de pan no nos bastarán para que cada uno reciba un pedazo.
ANDRÉS: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué es esto para tantos?
JESÚS: Decid a la gente que se siente en el suelo.
NARRADOR: Había mucha hierba en aquel lugar. Así que se sentaron: solo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió.
JESÚS: Te doy gracias Padre por todo lo que nos das.
¡Felipe, Andrés, repartir el pan entre todos!
NARRADOR: Lo mismo hizo con los pescados, dándoles a todos lo que querían. Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos:
JESÚS: Recoged los pedazos que sobran, que nada se desperdicie.
DISCÍPULOS: Maestro, hemos llenado doce cestas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.
GENTE: Verdaderamente este es el Profeta que había de venir al mundo.
Queremos que seas nuestro rey.
NARRADOR: Jesús, dándose cuenta de que iban a venir y llevárselo por la fuerza para hacerle rey, se retiró otra vez a la montaña El solo.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández