Mar
Homilía Vigilia Pascual
Año litúrgico 2023 - 2024 - (Ciclo B)
“ No está aquí. Ha resucitado. ”
Pautas para la homilía de hoy
Evangelio de hoy en audio
Reflexión del Evangelio de hoy
¡Esta noche es la más luminosa de todas las noches del año porque Jesús de Nazareth ha resucitado, en verdad, ha resucitado!
Las variadas lecturas que hemos proclamado y escuchado esta noche quieren guiarnos por el sendero de Dios, quieren indicarnos un proceso pascual, es decir, quieren conducirnos al encuentro con el Resucitado, con el portador de la Vida Nueva, que se nos ofrece gratuitamente, por pura misericordia y amor de Dios. No solo las lecturas, sino toda la liturgia: el fuego, la oscuridad, las luces, las campanas, los cantos, el aleluya, el agua, la renovación de las promesas el sacramento del bautismo, etc.
Desde la primera lectura del Génesis hasta la última de la carta de san Pablo a los Romanos, la liturgia pretende hacernos entrar en el gran misterio de la historia de la salvación, que no es distinta de nuestra propia historia. Esta noche no es “un recuerdo” de algo que pasó en un tiempo remoto, ¡todo lo contrario! Es una actualización del acontecimiento salvífico para toda la Iglesia, para todo el mundo.
Si los judíos cuando celebran la Pascua se sienten parte y protagonistas de la experiencia de la salida de Egipto y la liberación de la esclavitud; cuánto más nosotros que, esta noche no recordamos la resurrección de Jesús, sino que la actualizamos, la hacemos presente y por lo tanto, podemos experimentar, mediante la fe, toda la fuerza y el poder del Resucitado.
Celebrar la Vigilia Pascual es aceptar y proclamar que la muerte no tiene la última palabra, que la injusticia no tiene la última palabra, que el dolor y el sufrimiento inocentes no quedan en vano. Esta noche debemos estar alegres, contentos, dejar que nuestros corazones sean invadidos por la alegría que da el Señor.
En un mundo lleno de malas noticias, que parece rumbo a la deriva y sin señales de mejoría, los cristianos una vez más, creemos que la Vida en abundancia está con nosotros, que Dios no se ha quedado en la tumba, que la fuerza del Resucitado es capaz de transformar nuestras vidas y nuestro mundo.
Así como las mujeres que fueron al sepulcro a buscar a Jesús, escucharon la voz del joven vestido de blanco, también nosotros hoy necesitamos volver a escuchar las mismas palabras: “no se asusten, no está aquí. Ha resucitado”.
¿Qué significan para mí estas palabras hoy? ¿Puedo experimentar la alegría del Señor en mi vida? ¿De verdad, creo en lo que celebramos esta noche?
Esta noche estamos todos enviados a compartir la gran noticia: ¡Jesús no está en el sepulcro, ha resucitado! Hay que compartir con la comunidad, con la familia, con los amigos, con todo el mundo. La fuerza del resucitado nos empuja y anima a compartir nuestra fe en el Dios de la vida.
Por otro lado, es importante volver a nuestra Galilea, a aquel lugar donde empezó todo, donde fuimos llamados y elegidos, a aquel momento donde hemos sentido la voz del maestro que nos llamaba para seguirle. Todos tenemos nuestra Galilea. En momentos de crisis, de muerte y tristeza, hay que volver a Galilea, solo allí podremos redescubrir la presencia del resucitado.
¡Feliz Pascua de resurrección!