May
Homilía La Santísima Trinidad
Año litúrgico 2020 - 2021 - (Ciclo B)
“ Los once discípulos se fueron a Galilea ”
Introducción
Para que seas feliz
El ciclo litúrgico culmina el tiempo pascual en la solemnidad de la Santísima Trinidad; de modo simultáneo, la celebración de Dios trino centra el inicio del tiempo ordinario. Un acierto pedagógico que favorece la comprensión de Dios como origen y meta de nuestro peregrinar creyente, como esencia y presencia en nuestro ser; amor que se dona en la diversidad.
La referencia trinitaria la desvela el mismo Jesús y se asume en las primeras comunidades cristianas. Si bien esta fiesta litúrgica se incorporó tardíamente al calendario romano en el año 1331, en la iglesia hispánica de los siglos V al VII ya se enseñaba con aguda profundidad la fe trinitaria y resulta conmovedor que el VI el concilio de Toledo afirmase: “Dios es uno solo, pero no solitario”
La liturgia de este día invita a celebrar al abrigo de los textos bíblicos, el gozo de Dios en sí, su amor desbordado y su armonía en la diferencia. La fiesta de Dios trino nos abre a la experiencia de gestar misericordia después de haber sido mirados por ella; al sentimiento desarmado por la bondad, la luz y la ternura; a descubrir la verdad que convierte la propia existencia en auténtica revelación.
La realidad que Dios es nos desconcierta, no tanto por incomprensible cuanto por inabarcable. Dios nos busca y nos incorpora a su mismo movimiento de éxtasis, nos adentra en nuestra raíz de la que brota lo que hacemos. Fluir en esa corriente conlleva el abandono de las ansias de control, la liberación del yugo que supone la autoreferencia, el aprendizaje de la alegría que surge de la acogida, escucha y compasión que nos transforman