Dom
30
Jun
2019

Homilía XIII Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2018 - 2019 - (Ciclo C)

Hermanos, vuestra vocación es la libertad

Introducción

En la Eucaristía de hoy, Dios va a invitarnos con insistencia a ser libres y liberadores de los oprimidos y, además, por si fuera poco, él mismo va a liberarnos gratuitamente en la celebración de esta Pascua dominical.

Ser libre es una de nuestras aspiraciones más fuertes e íntimas; por eso, nos indigna fuertemente la opresión y la humillación injusta provocada por la prepotencia de los orgullosos y soberbios. San Pablo va a darnos la buena noticia: “Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado. Hermanos, vuestra vocación es la libertad”.

Jesús de Nazaret fue un hombre libre porque él era la Verdad y, como él mismo sentenció, la verdad nos hará libres (cf. Jn 8, 32). Asumió con libertad y no con sumisión de esclavo la voluntad del Padre, obedeció porque era libre; fue crítico ante la ley; su trato, libre de prejuicios, con los marginados -pecadores, enfermos impuros, mujeres- le acarreó críticas, porque los hombres y mujeres libres son siempre molestos por denunciar a los miedosos sumisos, a los perezosos, a los rutinarios, a quienes renuncian a la verdad y hacen pactos siniestros con la mentira.

La comunidad de Jesús está llamada a ser un espacio de libertad y de liberación. En ella está “como el que sirve” el Jesús liberador, enviado a dar la buena noticia a los pobres, a anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, a poner en el libertad a los oprimidos, para proclamar el año de gracia del Señor (cf Lc 4, 16-21).

Los discípulos de Jesús han de parecerse a su Maestro, siendo libres y liberadores como él. Hoy, la Palabra de Dios va a educarnos en el cabal ejercicio de la libertad.