Ene
Homilía Epifanía del Señor
“ Hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo ”
Introducción
En la fiesta de la Epifanía, que es prolongación de la navidad, celebramos la revelación de Dios a todos los pueblos, su lección ante la tentación de quien se quiere apropiar de Él, de su salvación.
En muchos lugares la fiesta de la Epifanía se ha convertido en la fiesta de «los Reyes Magos». ¿Cuál es la diferencia? Celebramos «los Reyes Magos» cuando el centro de la fiesta se lo damos a los regalos que estos hombres llevan a Jesús, y por lo tanto los regalos que circulan en este día. Celebramos la «Epifanía del Señor» cuando situamos el centro en la manifestación de Dios a todos los pueblos, cuando recordamos que Jesús-Dios es luz para todos.
No creo que haya que prescindir de «los Reyes Magos» (y los regalos) en los lugares donde la celebración popular sea esta, pero situemos el foco en el acontecimiento de la salvación universal: Dios se revela, se manifiesta, a todos los pueblos, representados en esos tres «magos». Estos hombres son capaces de reconocer la luz-estrella de este Dios tan sorprendente que es un niño todo-necesitado y dejarse guiar por ella.