Dom
8
May
2011

Homilía III Domingo de Pascua

Año litúrgico 2010 - 2011 - (Ciclo A)

¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?

Introducción

Tras la Semana Santa, seguimos profundizando el sentido de la Resurrección de Cristo en la vida de los primeros cristianos y en la vida nuestra.

La Resurrección de Jesús genera un movimiento y un cambio. En las primeras apariciones moviliza a sus discípulos a Galilea, al lugar primero donde surgió el primer encuentro, la vocación, la primera ilusión. Pero no sin Jerusalén. Los discípulos de Emaus, tras experimentar la presencia real del Resucitado regresan a Jerusalén, a reforzar la Comunidad, a asumir los peligros del seguimiento de Cristo y a implicarse en el cambio que genera la Resurrección.

La Pascua es nuestra oportunidad para generar pequeños cambios en nuestra vida. Cambios positivos que nos acerquen más a Dios, a la naturaleza, a nuestros hermanos, a nosotros mismos. Las lecturas de hoy nos proponen diálogo sincero, acogida, empatía, perseverancia y entrega. Que tengamos un corazón abierto y esperanzado a la conversión personal y al cambio.