Dom
8
May
2016

Homilía VII Domingo de Pascua

Año litúrgico 2015 - 2016 - (Ciclo C)

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.

Introducción

Nos detenemos hoy en esta segunda dimensión del acontecimiento de la Pascua. Misterio indivisible, que para la utilidad de los bautizados, es presentado litúrgicamente en tres momentos, de modo que pueda ahondarse más, en lo que nos señalaba la oración colecta del primer domingo de cuaresma: avanzar en la inteligencia del Misterio de Cristo y vivirlo en su plenitud.

Dos cosas son importantes para la apreciación de la realidad: la mirada global y luego detallar los contenidos de la globalidad. Pues si esto conviene hacerlo en orden al conocimiento natural de las cosas, considero que es tanto más necesaria su aplicación al Misterio de Cristo, para que la vida de cada bautizado se vea impregnada de la vida que deriva de este Acontecimiento.

La Ascensión se corresponde con la inmediata glorificación del Crucificado. Su Resurrección deviene en glorificación. Y este Acontecimiento se adentra en la realidad de la Humanidad sumida en grandes contradicciones para posibilitar que, mediante la acogida del Resucitado, pueda levantar la mirada y descubrir una realidad diferente. Su misma existencia impulsada por la obra de la Redención a manifestar esta fuerza que todo lo transforma.

Se trata de hacer visible, por la vida de cada bautizado, que El sigue actuando en su Comunidad y que esta se encuentra abierta para acoger a todos en la plena comunión de vida con Jesucristo.