Jun
Homilía Domingo de Pentecostés
Año litúrgico 2013 - 2014 - (Ciclo A)
“ Como el Padre me envió, así os envío yo... ”
Introducción
El hombre actual se perfila como ciudadano del mundo; el nacimiento de un espíritu universal es signo de nuestro tiempo. Las regiones, las fronteras nacionales van quedando relegadas para dar paso al acercamiento de los diversos pueblos. El proceso es costoso, si bien lleva gran velocidad y con cambios muy rápidos, profundos y amplios. En el orden humano, natural y de la convivencia, aparecen graves tensiones porque la capacidad de adaptación es más lenta, y además hay fuerzas adversas que empujan al poderío, el dominio y la violencia. Además. el hombre, sobrenaturalizado, hijo adoptivo del Dios- ha de armonizar las fuerzas de naturaleza y gracia para caminar hacia la plenitud de su vida definitiva.
Dios-Amor, está presente en cada persona porque su amor se ha derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que hemos recibido a través de Jesús-Salvador Dios y hombre verdadero, entregado por nosotros y resucitado por el Espíritu. El Espíritu que creo el mundo, lo sostiene por su fuerza sin fatiga, y será quien conduzca al hombre a su plenitud, realizando la nueva creación universal. Pentecostés es la fiesta del Espíritu, de la unidad en cada persona (en desarrollo pleno) y en la humanidad entera redimida por el Amor.