Mar
8
Ago
2017

Homilía Santo Domingo de Guzmán

Año litúrgico 2016 - 2017 - (Ciclo A)

Brille vuestra luz ante los hombres…

Introducción

Traer a la memoria la figura de Ntro. Padre Santo Domingo, es hacernos conscientes de que la llamada del Señor está ahí, es una propuesta, una invitación, a hacer posible la Buena Nueva aquí y ahora, en este momento. La fuerza de Santo Domingo en nosotros no consiste en repetir lo que él hizo, sino en hacer, vivir, proclamar la Palabra, con el mismo Espíritu que a él le animó. Ese Espíritu se descubre en los textos que la liturgia de la fiesta nos propone: pies, monte, camino, movimiento, actividad, apertura, horizonte… lejos de las rutinas y de otras tentaciones que prometen seguridad y creerse poseedores de la verdad. Predicar la palabra con toda paciencia y con preparación doctrinal; estar siempre alerta, no irrumpiendo y ocupando el espacio del otro, y ser coherentes. Así podemos ser sal y luz, sin pasarse porque entonces la sal y la luz no hacen su función; sal y luz, capacitar para que no sea lo que está mandado, la obligación, el deber, la ley, la razón de nuestro vivir; sino la misma fe, el amor, la esperanza, lo que nos incentiva en nuestra vida y perfecciona a la misma ley y está por encima de la ley.