Jul
Homilía XIV Domingo del Tiempo Ordinario
Año litúrgico 2016 - 2017 - (Ciclo A)
“ Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré ”
Evangelio para niños
El Evangelio revelado a los sencillos - Mateo 11, 25-30
En aquel tiempo, Jesús exclamó: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado a mí mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
Explicación
Un día Jesús explicaba a los apóstoles que tenían que dar gracias a Dios por haber creído en Jesús. Pero creer en Jesús a veces trae dificultades por eso les animaba también a estar alegres y superarlas, pues Él estaba a su lado y les servía de ejemplo.
Dibujo realizado por: Fr. Félix Hernández Mariano ( descargar la imagen )
Evangelio dialogado
Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.
DÉCIMOCUARTO DOMINGO: TIEMPO ORDINARIO -“A” (Mt.11, 25-30)
NARRADOR: En aquel tiempo, exclamó Jesús:
JESÚS: Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla.
DISCÍPULO 1º: Maestro ¿nos quieres decir que solamente la gente sencilla puede llegar a conocer a Dios?
DISCÍPULO 2º: ¿Cómo te oigan los fariseos y los maestros de la ley, ya verás?
JESÚS: Si, Padre, así te ha parecido mejor.
Todo me lo, ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
DISCÍPULO 1º: Maestro, ¿a nosotros nos lo vas a revelar?
JESÚS: Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
DISCÍPULO 2º: Nosotros ya estamos contigo y, a veces, nos traes por la calle de la amargura, pero ya veo que lo que quieres es que te sigamos y así encontraremos el sentido de nuestra vida.
DISCÍPULO1º: Y haciendo lo que nos dices ¿seremos felices?
JESÚS: Ya lo comprobaréis… Veo que vais entendiendo, poco a poco, lo que estoy viviendo con vosotros y lo que os quiero transmitir.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández