Evangelio del día
Segunda Semana de Adviento
Del día 10 al 16 de Diciembre de 2017
“ Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios ”
Introducción a la semana
La segunda semana de Adviento contempla las lecturas del llamado Segundo Isaías (capítulos 40-55 del libro de este profeta), escrito en una época mucho más tardía que el Primer Isaías (caps. 1-39). Se suele conocer como el “libro de la consolación”, ya que el consuelo es la tónica que lo caracteriza; consuelo que el profeta quiere transmitir al pueblo, al final de un exilio de unos cincuenta años en Babilonia (s. VI a. C.). Ese consuelo se basa en la confianza en Dios, cuyo fundamento es, por una parte, su poder creador al que nada resiste, y, por otra, su continua solicitud por Israel a lo largo de su historia pasada. Ese Dios que está a punto de intervenir restaurará las fuerzas debilitadas de su pueblo, a quien atenderá con mimo, a quien enseñará el camino del bien, para quien hará florecer el desierto. Los salmos de estos días son un eco de esta certeza y una invitación a bendecir la grandeza y la bondad del Señor que ya llega. En el evangelio de Mateo, Jesús confirma la bondad de ese Padre que busca al que se ha perdido, y ofrece su propio corazón como descanso al agobiado.
Las lecturas bíblicas de esta semana evocan también la figura de Elías, un profeta vigoroso y taumatúrgico, símbolo del juicio de Dios contra los impíos. En él podemos detectar una referencia implícita al Precursor del Señor, Juan el Bautista. De él habla también Jesús, que advierte de que ha llegado ya, aunque muchos no lo han reconocido ni han querido reaccionar al imperativo de su palabra.
Días de la semana
II Domingo de Adviento Ciclo B
“Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios”
Fr. Luis Carlos Bernal Llorente O.P.
Introducción Lecturas Comentario bíblico Pautas para la homilía Infantil
La esperanza es el clima característico de Adviento. Se trata de una esperanza activa, adulta, que, nacida de la confianza en Dios, compromete al creyente
"¡He aquí vuestro Dios!... Viene en persona…Él mismo abre el camino"
Hna. Águeda Mariño Rico O.P.
Paso a paso en ese camino Dios nos tiende su mano: en la oscuridad, en el desánimo, en la debilidad y la flaqueza, en la limitación. “El mismo abre el camino”. Basta tomar su mano…sólo eso, tomar su mano
"Vuestro Padre del cielo no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños"
Fray Alexis González de León O.P.
Dios va en busca de quien se ha perdido por el camino de la irracionalidad deshumanizada y desagradecida. Las comunidades cristianas y religiosas pueden ser ese ámbito profético donde la parábola de la oveja perdida se cumpla, siendo testimonio de acogida y atención de esas personas
Santa Lucía
"Cargad con mi yugo y aprended de mi que soy manso y humilde de corazón"
D. José Vicente Vila Castellar, OP
Cristo nos invita a descansar en Él, a abrirnos a su corazón infatigable, él nos infunde ánimo para seguir adelante, pero siempre que actuemos con honradez y limpieza de espíritu
San Juan de la Cruz
"No temas, yo mismo te auxilio"
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
La violencia de la que habla Jesús en el evangelio va por aquí, por el esfuerzo que tenemos que hacer para rechazar a los falsos dioses y aceptar de corazón y en la vida de cada día a Dios como nuestro Rey y Señor
"Los hechos dan razón a la sabiduría de Dios"
Fr. Jesús Duque O.P.
Es la sabiduría de Dios la que, en la palabra evangélica, nos capacita para construir el presente y el futuro de la comunidad sobre el sólido cimiento del amor. Para ese fin trabaja el evangelio, para tal horizonte amasamos el adviento del Señor
"¿Quién se te compara en gloria?"
Monjas Dominicas Contemplativas
Nacer de nuevo. Abrir los ojos. Sentir la Luz. Cada día, cada momento, en cualquier instante viene a nosotros. ¿Sentiré la cercanía de tu manto junto a mí?