Evangelio del día
Tercera semana de Adviento
Del día 11 al 17 de Diciembre de 2022
“ Alegría sin límite en sus rostros ”
Días de la semana
III Domingo de Adviento Ciclo A
“Alegría sin límite en sus rostros”
Fray José Antonio Segovia O.P.
Introducción Lecturas Comentario bíblico Pautas para la homilía Infantil
La primera característica de la alegría cristiana es descentrarse de uno mismo y poner en el centro a Jesús. La felicidad que nos trae la Navidad se debe reflejar en obras concretas. ¿Qué acciones pueden fomentar la alegría del Señor en mi entorno?
"¿Con qué autoridad haces esto?"
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Hemos de acudir siempre a Jesús deseando conocer su verdad, su buena noticia… y nos responderá. Para eso vino hasta nosotros para regalarnos su mensaje, el que ilumina nuestra vida.
Santa Lucía
"Se arrepintió y fue"
Sor Teresa de Jesús Cadarso O.P.
En este tiempo de adviento, el Padre nos concede, una nueva oportunidad. Nos regala un tiempo para darnos cuenta de nuestras desobediencias; de las muchas veces que le hemos dicho que no, y enmendar nuestras palabras e incluso nuestras acciones. Nos dice que no lo tiene en cuenta si estamos dispuestos a arrepentirnos
San Juan de la Cruz
"¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?"
Hna. Macu Becerra O.P.
¿Dejamos que la Palabra inunde nuestro corazón para que demos vida? ¿Va nuestra palabra acompañada de testimonio de lo que transmitimos?
"Yo envío mi mensajero delante de ti"
Fr. Carlos Oloriz Larragueta O.P.
Dios viene a nosotros, pero el ser humano puede frustrar sus designios de amor y de salvación.
"Las obras que hago dan testimonio de mí"
D. Carlos José Romero Mensaque, O.P.
Que este Adviento que estamos viviendo sea para nosotros un tiempo muy especial de discernimiento interior, de conversión profunda de nuestras miserias y pecados que tanto oscurecen la vida propia y la de nuestros prójimos y de velar con alegría en la espera de la “Luz Verdadera que alumbra a todo hombre”
"Libro del origen de Jesucristo"
Fray Juan José de León Lastra O.P.
Jesús de Nazaret proclamó que todos somos pueblo santo, elegido por Dios. Por ello, la universalidad de la dignidad humana, supera las peculiaridades de cada raza.