Evangelio del día
Segunda semana del Tiempo Ordinario - Año Impar

Semana de oración por la unidad de los cristianos

"¿Es que pueden ayunar los amigos del esposo?"
Hna. Gotzone Mezo Aranzibia O.P.

Él es el Único, el criterio definitivo, la novedad absoluta. Difícilmente le encontraremos tratando de meterlo con calzador en nuestro “universo”. Se trata, más bien, de abrir la mente, el corazón, las entrañas, todo nuestro ser… cada mañana, para acoger con asombro y alegría su novedad, su gracia que nos acoge tal como somos y estamos, y nos alienta para recomenzar, dar pequeños pasos, avanzar…

Beato Andrés de Peschiera

"El Hijo del Hombre es señor del sábado"
D. Carlos José Romero Mensaque, O.P.

Este Evangelio o “Buena Noticia” es el santo y seña de la predicación de Jesús frente a las autoridades religiosas que siguen esperando pasivamente un Mesías a la medida de sus costumbres y rituales, a la medida de su religión. La frase de que “el sábado es para el hombre y no el hombre para el sábado” es paradigmática. Jesús viene a liberarnos de las esclavitudes que dificultan una fe viva en la que todo hombre pueda encontrarse con Dios

"¿Qué está permitido en sábado?"
Fray Juan José de León Lastra O.P.

El sábado era una institución magnífica, que supuso un adelanto humanitario respecto a lo que hacían otros pueblos. El derecho al descanso; el deber de dedicar un día a la semana de modo especial a contar con Dios. Pero, por encima de todo, lo realmente humanitario es el compromiso de Dios con el ser humano, con su salvación, con su vida, que queda transferida a cada ser humano. Es la razón de ser del mismo Jesús. Y de la de cada uno de nosotros. No se puede someter a ninguna otra ley.

Santa Inés

"Y lo siguió una muchedumbre de Galilea"
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.

Es clara la descristianización que estamos viviendo… muchos no quieren saber nada de Jesús y de todo lo que nos ha traído Ante esta situación, los cristianos de hoy no podemos batirnos en retirada. No podemos dejar de hablar de Jesús y su evangelio. No podemos privar a nuestros hermanos del tesoro que el mismo Hijo de Dios nos ofrece para vivir, ya en esta tierra, una vida con sentido, con esperanza, con ilusión, antes de poder disfrutar de la felicidad total después de nuestra muerte.

San Vicente

"Llamó a los que le pareció conveniente"
Fr. José Antonio Solórzano Pérez O.P.

Nosotros, apóstoles desde el bautismo, en la rutina de nuestras vidas, hemos de pertrecharnos con las armas de la Luz que viene de lo alto. Una Luz/llamada que no pocas veces es antojadiza; ¿por qué yo, Señor…?; ¿por qué no, Señor?

San Ildefonso de Toledo

"No estaba en sus cabales"
Sor Inmaculada Ocaña Gutiérrez

Los muchos que acudían para ver, oír y ser sanados por Jesús, “no los dejaban ni comer…”. Y nosotros, ¿qué hacemos con nuestro tiempo?, ¿lo dedicamos a ayudar, acompañar, consolar al triste, a hablar con Dios o de Dios al que vive en la soledad y en la incertidumbre de los tiempos actuales o pensamos sólo en nosotros mismos? ¿Te atreves a ser un loco por Cristo y por su Reino?