Evangelio del día
Cuarta semana de Adviento

Introducción a la semana

Será difícil contenerse y no adelantar la Navidad. Y sin embargo eso sería lo conveniente: ir viviendo día a día la liturgia, sin prisas, sin quemar etapas, para llegar a la Navidad con el ánimo bien preparado para celebrarla con toda alegría. Desde el primer día, el 21, se percibe en las lecturas una exaltación gozosa. María mismo nos invita a ello. Como Ana, alegre por verse madre, pero reconociendo que su hijo es ante todo de Dios, a su servicio en el templo lo ofrece. Malaquías el día 23 y Natán el 24 anuncian a quien ha de llegar para salvar: un mensajero en el caso de Malaquías, David, el icono de Jesús, en la profecía de Natán. Las lecturas evangélicas están en torno al nacimiento del Bautista y al anunciado del hijo de María. Dichos acontecimientos llevan a ambos a prorrumpir en cantos de alabanza de agradecimiento al Dios de los pobres y humildes, que viene a salvar a Israel.

La noche del día 24 y la fiesta del 25 ya tienen un tratamiento homilético distinto, que se puede ver en nuestra página de homilías. El sábado 26 es la fiesta de san Esteban protomártir. Un aviso de que el Nacimiento de Jesús trae la salvación, la paz, la fraternidad, pero no todos lo entendieron, y prefirieron apostar por su fuerza y poder, víctima de ellos fue san Esteban.

Días de la semana