Evangelio del día
Trigésimo cuarta semana del Tiempo Ordinario - Año Par
Del día 22 al 28 de Noviembre de 2020
“ Venid vosotros, benditos de mi Padre ”
Días de la semana
XXXIV Domingo del tiempo ordinario Ciclo A
“Venid vosotros, benditos de mi Padre”
Fr. Ángel Romo Fraile
Introducción Lecturas Comentario bíblico Pautas para la homilía Infantil
¿Quién es Jesucristo? Respondiendo a esta pregunta desde la experiencia personal, comunitaria e histórica, es como rompemos el círculo vicioso en que nos atrapan la teodicea y la antropodicea, y sobre todo, nos abrimos a la posibilidad de salvación ante el mal, el dolor y la muerte, que el mismo Dios experimenta en Jesucristo, Dios y hombre, hombre y Dios.
"Ha echado todo lo que tenía para vivir"
MM. Dominicas
Cuando somos fieles vivimos así pero cuando no lo somos, tratamos de arreglárnoslas con otras seguridades más propias del mundo que de Dios, por eso ahí damos sólo de lo que nos sobra. Examinemos nuestro interior para ver si nuestros ojos están fijos en el Único que puede darnos vida
San Ignacio Delgado y cc.mm.
"No tengáis pánico"
Fray Salustiano Mateos Gómara O.P.
Necesitamos siempre su fuerza, pero especialmente en los momentos en que todo parece perder sentido. Confiemos en Él. Nunca nos abandonará. En las pruebas se manifiesta la fuerza de nuestra fe. San Pedro en su primera carta lo expresa muy bien: “Confiadle (a Dios) todas vuestras preocupaciones, puesto que Él se preocupa de vosotros”
Beata Margarita de Saboya-Acaya
"Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas"
Fr. José Antonio Solórzano Pérez O.P.
No debe preocuparnos “el final de los tiempos”, sino el “final del tiempo” de cada uno. Para ello nos vamos preparando, no como unos ingenuos que se dejan llevar, sino como verdaderos creyentes que fundamentan su vida, con sus fallos y pecados, en la misericordia de Dios. Sí, nos atacarán, pero no nos vencerán
"Poneos en pie, se acerca vuestra liberación"
Hna. Gotzone Mezo Aranzibia O.P.
Cuando aquello que considerábamos firme, estable, seguro… se tambalea y va perdiendo significado, y al mismo tiempo comencemos a atisbar que lo único que da soporte, firmeza y sentido a nuestra vida es -en lo más profundo de nosotros- la presencia de Jesús en ella, ¡podemos alegrarnos porque nuestra liberación está cerca!
"El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán"
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Llegará un momento en que la vida terrena desaparecerá y todos los resucitados viviremos en plenitud el reinado de Dios. Solo Dios, que es Amor y nadie más que Dios será nuestro Rey. Nos espera el reinado del Amor. El mal y todos sus hijos serán derrotados para siempre. Es lo que nos ha prometido Jesús. “El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán”
"Estad siempre despiertos"
D. Luis Maldonado Fernández de Tejada, OP
Cristo nos salvó, nos redimió del pecado, pero nosotros debemos hacer nuestra parte, cumpliendo con los Mandamientos y siendo fieles a su Palabra. La recompensa es grande: gozar eternamente de la presencia de Dios